***
Al salir de la mansión de Esteban, Sabrina preguntó:
—Hache, ¿estás herido? ¿Quieres que vayamos al hospital a checarte?
Sebastián respondió:
—No, Esteban no me hizo nada.
Sabrina quiso preguntar cómo fue que Esteban logró atraparlo, pero las palabras se quedaron en la punta de su lengua.
—Qué bueno que estás bien —dijo Sabrina—. Quizás la villa de la familia Ramos ya no sea segura. ¿Quieres quedarte en otro lado por un tiempo?
Sebastián negó:
—No hace falta. Ahora que ya tienen lo que querían, no creo que vuelvan a meterse conmigo.
Al ver que Sebastián insistía, Sabrina no dijo nada más.
Desde el principio, ella no mostró ni una pizca de arrepentimiento o dolor por la transferencia de las acciones. Era como si no hubiera entregado parte de su patrimonio, sino una simple taza de café.
Sebastián giró la mirada hacia el perfil pálido y refinado de la mujer y de repente dijo:
—Antes de venir, debiste preparar algo, ¿no? ¿Por qué no mandaste a tu gente a entrar por la fuerza?
Sabrina conducía con la vista fija al frente.
—Como Esteban decidió transmitir en vivo, aunque lograra rescatarte, los accionistas de la empresa no me seguirían apoyando. Es más, Esteban, con tal de conseguir mis acciones originales, seguro habría inventado algo más perverso. Además, un conflicto físico podría haber causado heridos. Esteban te tiene mucho rencor; por las acciones, capaz y te hacía algo.
Esteban quizás no le haría nada a ella.
Pero a Sebastián... eso ya era otro cantar.
Tras un momento de silencio, la voz de Sebastián sonó desde el asiento del copiloto.
—Perdón. Por mi culpa perdiste las acciones.
Sabrina negó con la cabeza.
—Si no fuera por las acciones, no te habrían secuestrado. Si alguien debe disculparse, soy yo. Yo fui la que te metió en este lío.
La mirada de Sebastián se posó en su rostro.
Ella se veía algo decaída, pero sus ojos estaban claros y limpios; se notaba a leguas que no estaba mintiendo por compromiso.
Sebastián preguntó:

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Guerra de una Madre Traicionada