La Heredera del Poder romance Capítulo 1025
La abuela Zesati no dudó ni un segundo y respondió: “No está en venta.”
El maestro pensó por un momento y luego extendió cinco dedos. “Estoy dispuesto a pagar esa cantidad.”
Cincuenta mil dólares.
El maestro había gestionado la galería durante muchos años.
De un vistazo, se dio cuenta de que el futuro valor de esta pintura sería mucho más que cincuenta mil dólares.
La abuela Zesati sonrió y negó con la cabeza. “Incluso si me ofrecieras cincuenta millones, no la vendería.”
Al escuchar a la abuela Zesati, el maestro pensó que ella se quejaba del precio bajo, rápidamente agregó: “Si cree que el precio no es suficiente, podemos discutirlo un poco más.”
“No se trata de un problema de precio, realmente no quiero vender esta pintura.”
El maestro continuó: “Dijo que fue pintada por su nieta política, ¿no? Véndamela y luego pídale a su nieta política que pinte otra para usted.”
La abuela Zesati dijo: “Pintar también requiere tiempo y esfuerzo, no quiero cansar a mi preciosa nieta política.”
Al ver que la abuela Zesati realmente no quería venderla, el maestro no dijo nada más.
Después de enmarcar la pintura, la abuela Zesati llevó la obra a un lugar.
Media hora después.
La abuela Zesati apareció en una casa de té.
Frente a ella estaba sentado un anciano con apariencia de sabio.
El anciano parecía tener entre setenta y ochenta años, vestido con un traje tradicional, miró a la abuela Zesati. “Hermana Zesati, ¿me llamó hoy por algo urgente que quiera decir?”
Este anciano era Lázaro Moreno, un veterano en el mundo de la pintura tradicional.
La abuela Zesati no dijo nada, simplemente pasó el rollo de pintura al anciano Moreno, “Echa un vistazo a esto.”
El anciano Moreno, curioso dijo: “¿Es esto una pintura?”
“Mira y lo sabrás.”
El anciano Moreno desenrolló la pintura, su expresión pasó de ser indiferente a sorprendida, y finalmente, incrédula. “¿Esta pintura la hiciste tú?”
Como un veterano en el mundo de la pintura tradicional, al ver esta obra, el anciano Moreno como si viera el futuro de la pintura tradicional.
La abuela Zesati sonrió y dijo: “No he tocado un pincel en más de veinte años, ¿cómo podría pintar algo similar?”
“¿Entonces quién la pintó?” El anciano Moreno estaba lleno de curiosidad.
La abuela Zesati, con orgullo escondido en sus ojos, dijo: “Fue pintada por mi nieta política, ¿qué tal, bastante decente, verdad?”
¿Decente?
Una obra como esta, ¿se podía definir como decente?
Era simplemente divina.
El anciano Moreno, algo incrédulo, dijo: “¿Realmente la pintó su nieta política?” El anciano Moreno había escuchado a la abuela Zesati mencionar a su “nieta política” varias veces antes, pero al principio, no lo tomó en serio.
No esperaba que esta joven tuviera tanto talento.
La abuela Zesati, ligeramente exasperada, dijo: “¿Qué? ¿Acaso crees que te mentiría? ¿Qué ganaría mintiéndote?”
VERIFYCAPTCHA_LABELNovos Capítulos
Capítulos Gratis
Historial de lectura
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Heredera del Poder