"¡No me interesa!" Marta guardó su teléfono en el bolso y se dirigió hacia la calle.
Verónica siguió sus pasos.
Sin decir una sola palabra, simplemente siguió a Marta.
Marta se volteó para mirar a Verónica. "¿Podrías dejar de seguirme?"
Verónica la miró y dijo: "Marta, yo no sabía que Hércules me quería, si Hércules no me hubiera confesado sus sentimientos, ni siquiera me habría enterado de esto. Somos mejores amigas, ¿qué es lo que ganaría engañándote?"
"¡Lo sepas o no, tú eres capaz de enterderlo perfectamente" Marta continuó: "Verónica, ya me engañaste una vez, ¿crees que dejaré que me engañes de nuevo? ¿Realmente crees que soy una tonta?"
"Marta..." Los ojos de Verónica se llenaron de lágrimas. "Por favor, créeme, no te he mentido. Tampoco sé por qué las cosas terminaron así..."
Marta no quería seguir escuchando las excusas de Verónica, por lo que simplemente siguió caminando.
Ella pretendía caminar hacia la carretera principal para tomar un taxi para dirigirse a casa, pero terminó llegando a un callejón.
Verónica seguía detrás de ella.
A pesar de ser las ocho de la noche y bastante animado; el callejón, flanqueado por edificios de apartamentos, no parecía un lugar lleno de amenazas.
Verónica miró hacia los edificios, y una anciana con una maceta hizo contacto visual con ella.
Tres, dos, uno.
La maceta, que la anciana sostuvo un momento antes, de repente cayó al suelo.
"¡Marta, cuidado!"
Marta todavía no había reaccionado, cuando inesperadamente fue empujada por Verónica.
Bang...
Marta se sobresaltó y cuando se dio cuenta de lo sucedido, Verónica ya estaba en el suelo, con el rostro cubierto de sangre.
"¡Verónica! ¿Estás bien? ¡No me asustes!" Marta temblaba mientras sacaba el teléfono de la bolsa de Verónica para llamar a una ambulancia.
Poco tiempo después llegó la ambulancia.
Verónica fue llevada a la sala de emergencias.
Media hora después, la puerta de la sala de emergencias se abrió y ésta se acercó rápidamente. "¿Cómo está, doctor? ¿Mi amiga se encuentra bien?"
El doctor se quitó la mascarilla. "La herida en la cabeza de la paciente es bastante profunda, sólo en la superficie se le han dado más de treinta puntos. Necesitará estar hospitalizada y quedarse en observación por tres días; ve a la planta baja para completar los trámites de hospitalización."
Al escuchar esto, Marta se sobresaltó.
No esperaba que las heridas de Verónica fueran tan graves. Si Verónica no la hubiera empujado a tiempo, ella habría sido la herida.


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