La Heredera del Poder romance Capítulo 1152

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Eva sentía, además de cariño por Gabriela, una profunda gratitud. Para ella, Gabriela no solo era la futura nuera, sino también una salvación. ¡La salvación de la familia Zesati!

Pensando en eso, Eva suspiró y dijo, "Tu abuela no es una persona confusa, todo lo que hace es por tu bien. Marta, escucha mi consejo: termina tu relación con Moisés lo antes posible. Además, Verónica y tú no son del mismo tipo de personas. Sabes muy bien por qué está tan cerca de ti."

Marta miró a Eva y respondió, "Mamá, tienes un malentendido con Verónica y Moisés, así que entiendo cómo te sientes ahora. También te pido que te pongas en mi lugar. Para mí, Gabriela es igual a Verónica y Moisés en tus ojos. ¿Entiendes ahora cómo me siento?"

"No puedes actuar solo según tus propios sentimientos. También debes pensar en mí. ¿Te has preguntado por qué tengo una opinión tan negativa de Gabriela? ¡Porque Gabriela ha hecho muchas cosas despreciables! La última vez que tuve un malentendido con Verónica, fue obra suya."

"¡Basta! ¡No digas más!" Eva la reprendió en voz baja, con una mirada llena de furia. "¡Gabi no es esa clase de persona!"

Eva, al igual que la abuela Zesati, no soportaba escuchar una sola palabra negativa sobre Gabriela.

Para ella, Gabriela era la mejor y más excepcional persona del mundo, incluso más importante que Sebastián.

En ese momento, con Marta criticando a Gabriela, ¿cómo podía Eva soportarlo?

Marta dijo, "¡Mira, estás favoreciendo a Gabriela! Para ti, Gabriela es más importante que yo, tu propia hija. ¡Tú y la abuela son iguales! En realidad, Sebastián no ama a Gabriela, solo está actuando para ustedes. ¿De verdad creen que a Sebastián le gusta tanto Gabriela? ¿Gabriela? ¡Ni siquiera está a la altura!"

Eva levantó la taza de té de la mesa y la arrojó a la cara de Marta.

Ella había querido tener una conversación tranquila con Marta.

Pero Marta no tenía intención de hablar tranquilamente.

Marta quedó atónita por un momento antes de reaccionar. "Mamá, ¿qué estás haciendo?"

Eva respondió, "¡Para que te despiertes! Marta, cada vez me decepcionas más. Como dijo tu abuela, ¡algún día te arrepentirás! ¡Y cuando lo hagas, no vengas llorando a mí!"

Marta se secó la cara, "¡Las que se arrepentirán son ustedes! Mamá, ¡espera y verás! Algún día, verán la verdad, y Moisés los sorprenderá a todos."

En ese momento, Moisés será alguien tan valioso que nadie, excepto ella, podrá estar a su altura.

Eva tomó su bolso y se dio la vuelta para irse.

Moisés esperaba afuera y, al ver a Eva salir llena de furia, se sorprendió, "¿Tía?"