Lys se rascó la cabeza. "¡Se fueron demasiado rápido! Por cierto, ¿en qué piso está Leslie?".
"En el tercer piso del edificio B", respondió Gabriela.
Las dos subieron al tercer piso del edificio B. La puerta de la habitación estaba entreabierta, y a través de la rendija, pudieron ver a Leslie sentada en la cama, abrazando sus rodillas, con la mirada perdida, claramente inmersa en su propio mundo.
Al ver a Leslie en ese estado, a Lys se le llenaron los ojos de lágrimas.
Gabriela extendió la mano y tocó la puerta. Pasaron unos segundos antes de que Leslie reaccionara y mirara hacia la puerta. "Adelante".
Lys tomó aire profundamente, contuvo las lágrimas y sonrió al abrir la puerta, como si nada hubiera pasado. "¡Leslie, vinimos a verte!".
"¡Gabi, Lys!"
Al ver a Gabriela y Lys, los ojos apagados de Leslie volvieron a brillar.
Gabriela puso el ramo de aliento de bebé en el florero sobre el gabinete y abrió la ventana para ventilar la habitación.
Lys le entregó los gladiolos a Leslie. "Huele, ¿te gusta?".
Leslie olió las flores, asintió con una sonrisa y dijo. "Huelen muy bien".
Lys continuó diciendo: "¿Qué dijo el médico? ¿Estás bien?".
"Estoy bien, no te preocupes".
Gabriela se volvió y sugirió: "¿Jugamos una partida de videojuegos?".
"¡Claro!" Leslie asintió sonriendo. En ese momento, las tres amigas parecían haber vuelto a los viejos tiempos, como si nada hubiera pasado.
Pronto, las tres estaban inmersas en el juego.
"¡Leslie, atácalo! ¡Dale al de las piernas cortas!".
"¡Vaya, ese está loco!".
"¡El equipo contrario parece muy bueno! ¡Maldición, morí otra vez!".
"¡Yo también morí!".
Gabriela, controlando su personaje con una mano mientras bebía un sorbo de agua, dijo: "No se preocupen, su jefa se encargará de vengarlas".
"¡Ve, ve! ¡Mata al jungla enemigo! ¡Me robó mi azul!".
Gabriela, manejando su nuevo personaje, se dirigió sola a la jungla enemiga.


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