La Heredera del Poder romance Capítulo 134

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"¡Jaja! ¡Es mi sobrina Gabi! ¡Entra, entra! Nosotros, ¡hip! ¡Nosotros vamos a beber hasta caer esta noche! ¡Hip!" La cara de Sergio estaba enrojecida como un camarón cocido, y sus ojos también estaban enrojecidos.

Caminaba tambaleándose, como si pisara algodón.

Gabriela extendió su mano para sostenerlo, "Tío, ¿te encuentras bien?"

Sergio agitó su mano, "¡Estoy bien! ¡No pasa nada! ¡Uuuh..."

Pero de repente, mientras sonreía, Sergio comenzó a llorar.

"¿Tío?" Gabriela se sobresaltó.

Aparte de la última vez en casa de Sara, ella nunca había visto a Sergio llorar.

Sergio se cubrió la cara y se sentó en la esquina llorando a mares, "¡Gabi! ¡Yo! ¡Uuuh! ¡He sido abandonado en el amor, uuuh...!"

Gabriela miraba a Sergio con una expresión de asombro.

Siempre había pensado que su tío era un hombre soltero.

Nunca imaginó que Sergio tuviera una novia.

Sorprendida, Gabriela rápidamente se agachó para consolar a Sergio, quien, aunque estaba borracho, todavía tenía un pensamiento claro, y no pasó mucho tiempo antes de que Gabriela entendiera toda la historia.

"Tío, como dice el dicho, no hay mal que por bien no venga, esto podría ser algo bueno para usted."

"¿Algo bueno?" Sergio eructó, "¡He sido abandonado y dices que es algo bueno! Gabi, ¿Realmente eres mi sobrina?"

Sergio casi vuelve a llorar.

Gabriela simplemente se sentó en el suelo al lado de Sergio, "Tío, de acuerdo con lo que me contó, es claro que Irene no lo amaba a usted, ella estaba interesada en su dinero y su casa. Ahora que se enteró de que no tiene ni dinero ni casa, mostró su verdadera cara. Es mejor darse cuenta ahora que después de casarse y descubrir su verdadera naturaleza."

"Seguro que encontrará a alguien mucho mejor."

"¡Hip!" Sergio eructó y levantó la mirada hacia Gabriela, como si se sintiera consolado, "¿De verdad podré encontrar a alguien mejor que Irene?"

Gabriela asintió ligeramente, "¡Sí! ¡Definitivamente!"

Al decir eso, Gabriela continuó:

"¡No vale la pena estar triste por alguien como ella! ¡Tienes que levantarte y seguir adelante! ¡Cuando un día te conviertas en un hombre rico, será ella quien se arrepienta! ¡Entonces, usaremos el dinero para aplastarla!"

Sergio sonrió tontamente, "¡Sí, sí! ¡Usaremos el dinero para aplastarla!"

Mientras estaban hablando, Sergio ya no se sentía tan triste como al principio, su estado de ánimo se estabilizó gradualmente y se quedó dormido en el suelo.

Gabriela sacudió la cabeza sin palabras y arrastró a Sergio a la cama.

Afortunadamente, ella era lo suficientemente fuerte; de lo contrario, realmente no habría podido mover a Sergio, que pesaba 160 libras.

Preocupada por si él se despertaba y tenía pensamientos negativos, Gabriela no fue a ayudar en el restaurante, sino que tomó su computadora y se sentó en el sofá a transmitir partidas de ajedrez en vivo.

【Buenas noches, señorita presentadora.】

"Buenas noches."

【¡Felicitaciones, señorita presentadora! ¡Ayer tu vídeo estuvo en el TOP tres de la página de inicio de YouTube!】

【¡Sí, sí! ¡Yo también lo vi!】