La Heredera del Poder romance Capítulo 1396

Sin embargo, esta receta fue escrita para la abuela Reyes, ¿cómo acabó en manos de Ruth?

Ruth continuó diciendo: "¡Esta receta me la dio la abuela Reyes!"

Porque Karla había dicho que la receta fue escrita por Gabriela, y que si había algún problema, deberían buscar a Gabriela, dejando claro que la familia Reyes no tenía nada que ver con ese asunto.

Por eso Ruth vino a agradecerle a Gabriela.

Si no fuera por la receta de Gabriela, Juan no se habría recuperado tan rápido.

"Ya veo," dijo Gabriela sonriendo. "Dado que su esposo ya se encuentra bien, entonces la abuela Reyes también debe estar bien, ¿verdad?"

Al escuchar esto, Ruth mostró una expresión compleja.

Parecía que iba a decepcionar a Gabriela.

Porque la abuela Reyes, al no confiar en Gabriela, ni siquiera tomó el medicamento.

Después de un momento de silencio, Ruth alzó la mirada hacia Gabriela y dijo de manera indirecta: "La abuela Reyes ha estado tomando otros medicamentos durante este tiempo y aún no ha tenido la oportunidad de tomar la suya."

Gabriela entendió de inmediato lo que estaba pasando.

Justo en ese momento.

¡Bang!

La puerta fue bruscamente abierta desde el exterior.

Paloma, señalando a Gabriela, exclamó: "¡Oficial! ¡Ella es Gabriela!"

"¡Esta es la familiar de la víctima!"

"Gabriela Yllescas, ¿verdad? ¡Por favor, acompáñenos!" Varios policías se acercaron a Gabriela.

Ella arqueó ligeramente una ceja, y su rostro permaneció impasible. "¿Tienen una orden de arresto?"

El oficial Ríos, que estaba al frente, se quedó perplejo por un momento. "Aunque no tenemos una orden de arresto por ahora, alguien ha denunciado que usted practica la medicina sin licencia y que has causado daños a una persona. Ahora que tenemos testigos y evidencia física, te pedimos que nos acompañes."

Gabriela levantó ligeramente la mirada. "¿Puedo preguntar dónde está esa evidencia física?"

El oficial Ríos respondió: "La señorita Rey es el testigo, ¡y esta receta es la evidencia física!"

Paloma se acercó a Ruth. "Tú debes ser Ruth, ¿verdad? No te preocupe, el oficial Ríos definitivamente se encargará de que se haga justicia y que Gabriela, esta asesina, pague con su vida por lo que hizo."

Ruth estaba algo confundida. "¿Qué justicia? ¿Pagar con su vida? Señorita Rey, ¿de qué está hablando? ¡No entiendo nada!"

Aunque Paloma no conocía a Ruth, ella sí conocía a Paloma.

Después de todo, Paloma visitaba frecuentemente a la familia Reyes.

Al escuchar las palabras "asesina", Ruth se puso muy ansiosa.

Rápidamente levantó la mirada hacia el oficial Ríos. "Oficial, ¡están cometiendo un error! La Srta. Yllescas es una gran benefactora para nuestra familia. ¡Si no fuera por ella, la diabetes de mi esposo nunca se habría curado! ¡Ella no es ninguna asesina!"

¿Qué?

Paloma se quedó atónita.

¿El esposo de Ruth se había curado?

¡Eso no podía ser posible!

Seguro que llegaron demasiado tarde, y Ruth había sido sobornada.

Karla había dicho que había un problema con esa receta.

¿Cómo podría haberse curado el esposo de Ruth en ese caso?

Paloma miró hacia Ruth. "Ruth, seguro que Gabriela te ha sobornado, ¿verdad? Si no ha causado la muerte de ninguna persona, ¿por qué estás llorando? ¡Esto es considerado como un encubrimiento, prácticamente eres su cómplice! ¡Con eso podrías ir a prisión!"

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