La Heredera del Poder romance Capítulo 1492

“¡Te dije que fueras por el hacha!”

Justo en ese momento, el mayordomo llegó corriendo. “Señor, ¿qué sucede? ¿Por qué está tan enfadado?”

Fausto pateó al mayordomo. “¿Estás sordo? ¡Te ordené que trajeras el hacha para abrir esa puerta!”

“Eso no se puede hacer, eso no se puede hacer” el mayordomo lo abrazó tratando de calmarlo. “Señor, incluso si la señorita cometió un gran error, no puede recurrir a la violencia. Hay cosas que, una vez que se empiezan, no se pueden reparar. Por favor, cálmese.”

La gente podía hacer cualquier cosa en un momento impulsivo, y el mayordomo tenía miedo de que Fausto hiciera algo de lo que se arrepintiera profundamente.

Al decir esto, el mayordomo bajó la voz y continuó: “Señor, aunque no quiera pensar en otra cosa, debería considerar al señorito.”

Al escuchar la palabra "señorito", Fausto se calmó un poco.

El mayordomo suspiró aliviado y continuó: “De cualquier manera, la señorita es la hermana del señorito. Creo que, si el señorito regresa, definitivamente no le gustaría ver que usted y la señorita tienen una relación tan tensa.”

Fausto finalmente se calmó.

El mayordomo soltó a Fausto y continuó: “Señor, ya es tarde, debería ir a descansar. Mañana tiene que levantarse temprano.”

¿Levantarse temprano para qué?

Por supuesto, para buscar a su hijo.

Para Fausto en este momento, nada era más importante que encontrar a su hijo.

Él dio una gran patada a la puerta y gritó:

“¡Quiero ver si puedes esconderte en esa habitación a lo largo de toda tu vida!” Dicho esto, Fausto se dio la vuelta y bajó las escaleras.

Al ver que Fausto bajaba, el mayordomo suspiró aliviado y, mirando la puerta, dijo: “Señorita Paloma, el señor Fausto ya tiene sus años, no debería hacerlo enojar.”

Desde dentro, Paloma no respondió.

...

Al día siguiente.

Fausto se levantó temprano.

El mayordomo entró y dijo: “Señor, todo está listo, ¿salimos ahora?”

“¿Y esa desgraciada?” Preguntó Fausto con los dientes apretados.

“Parece que aún no se ha levantado.”

“¡Inútil!” Fausto se levantó de un salto de la mesa..” ¡No sé cómo puede dormir!”

“Señor, cálmese. No es bueno empezar el día enojado, todavía tenemos que ir a buscar al preguntó.”

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