La Heredera del Poder romance Capítulo 1520

"¿Señor?"

Fausto estaba sumido en su propio mundo y no escuchó la voz del mayordomo.

Preocupado de que algo le hubiera sucedido a Fausto, el mayordomo empujó la puerta y entró.

Al entrar, vio a Fausto desplomado en el suelo.

El mayordomo se asustó y corrió hacia él para levantarlo. "¡Señor!"

"¡Sanz!" Fausto lo abrazó de repente, llorando desconsoladamente.

"Señor, ¿qué le pasa?" preguntó el mayordomo.

"¡Encontré a Ethan, encontré a Ethan!"

"¡Pero eso es algo bueno! ¿Por qué lloras?" continuó el mayordomo. "Si alguien que no sabe nada lo ve, pensaría que ha pasado una gran desgracia."

"¡No lo entiendes! ¡No lo entiendes!" Fausto respiró profundamente, "¡Prepara el coche! ¡Prepara el coche ahora mismo! ¡Tengo que ir al Hospital Municipal!"

Eran más de las dos de la madrugada, y el mayordomo dijo: "¿A estas horas va a ir al hospital?"

"¡Te he dicho que prepares el coche!"

"De acuerdo, ¡iré enseguida!"

El mayordomo se giró para preparar el coche.

Pronto, el coche estuvo listo.

El mayordomo y el conductor se sentaron en el asiento delantero, y Fausto iba solo en la parte trasera.

"¡Más rápido! ¡Vaya mucho más rápido!"

El conductor, algo apurado, dijo: "Señor, ya estamos..."

Justo entonces, el mayordomo le tiró del brazo al conductor, quien rápidamente cambió de tema, "Sí, señor, ya estamos yendo más rápido."

Fausto miraba ansiosamente por la ventana.

¡Virgen María, protégelo!

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