La Heredera del Poder romance Capítulo 2932

Al escuchar la confirmación de Gabriela, en ese momento, Sue se quedó totalmente paralizada, incapaz de creer que fuera cierto.

¿Estaba embarazada?

¡No podía ser!

Aunque siempre había soñado con tener un hijo, no sentía nada distinto en su cuerpo.

—¿Gabi, no te habrás equivocado? —miró a Gabriela, confundida. —Lo único que tengo es que últimamente duermo mal, pero por lo demás estoy perfecta.

Comía bien, tomaba agua suficiente.

Hasta sentía que su apetito era mejor que antes.

Según lo que ella sabía, cuando una mujer quedaba embarazada, lo normal era que la comida les sentara fatal.

Nunca había estado embarazada, pero sí había visto novelas y series.

A la protagonista, apenas salía embarazada, la pasaba vomitando, sin ganas de comer y completamente decaída.

Pero Sue no sentía nada de eso. Al contrario, tenía más hambre que nunca.

Gabriela sonrió y le respondió con tranquilidad:

—No te preocupes, no hay error. Por cómo está el pulso, yo diría que ya tienes unas cinco semanas.

—¿Cinco semanas? —preguntó Sofía, con los ojos bien abiertos. —Eso ya es más de un mes, ¿no?

—Sí —asintió Gabriela levemente.

Sue seguía incrédula. Levantó la mirada hacia Gabriela y repitió:

—¿Gabi, de verdad estoy embarazada?

—De verdad.

—¿Y por qué no he vomitado ni nada? —insistió Sue.

Gabriela soltó una risita:

—Cada mujer es diferente. No te dejes llevar por lo que ves en la tele, Sue. No todas tienen los mismos síntomas.

—¿En serio? —preguntó Sue, algo más aliviada.

—Claro que sí —dijo Gabriela, poniéndose de pie. —Vamos al hospital, tienes que hacerte un chequeo completo.

—¡Sí, sí, sí! —intervino Sofía con entusiasmo. —¡Voy a llamar a Adam ahora mismo!

—¡Déjame a mí! —interrumpió Rodrigo de pronto.

Hasta ese momento, Rodrigo no había dicho ni una palabra.

¡Iba a ser abuelo!

Sue miró a Rodrigo y le dijo con calma:

—Mira, mejor no molestes a Adam, está muy ocupado estos días. No es nada grave, yo voy al hospital y ya. No hace falta que él venga ahora.

—¿Que no es grave? —exclamó Sofía, alzando la voz. —¡Adam es el papá! ¡Él tiene que saberlo antes que nadie! Nada es más importante que su esposa y su futuro hijo. Rodrigo, llama a Adam. Yo voy a arreglar lo del carro. ¡Nos vamos ahora mismo al hospital!

Sue se sorprendió: