La Heredera del Poder romance Capítulo 2986

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—¡Cof, cof, cof!

Sebastián soltó de inmediato a Gabriela y, al voltear, se encontró con la cara seria de Rodrigo.

—Señor... —saludó Sebastián, nervioso.

Rodrigo tenía las manos detrás de la espalda y no mostraba ninguna expresión en el rostro. —Ya es tarde, Sebastián. Creo que ya deberías irte, ¿no crees?

—Sí —respondió Sebastián, el mismo que en los negocios era un tiburón, pero que por primera vez se sentía fuera de lugar frente a su suegro. —Sí, ya me voy. Hasta luego, señor.

Avanzó unos pasos, pero luego se detuvo, como si se acordara de algo y se giró. —Gabi, yo me voy primero, ¿sí?

Gabriela apenas pudo contener la risa. Nunca había visto a Sebastián tan intimidado por Rodrigo. —Está bien, vete tranquilo.

Sebastián se fue, un poco apurado.

Cuando lo vio alejarse, Gabriela no pudo evitar reírse. —Papá, ¿por qué lo asustas así?

Rodrigo se defendió. —Yo no lo asusté, él solito se pone nervioso.

—Eso es porque siempre estás tan serio —replicó Gabriela. —Deberías aprenderle a mi mamá.

—¿Aprenderle a tu mamá? —Rodrigo fingió molestia. —¡Si mi niña linda ya casi se me va yendo con ese muchacho! ¿Y quieres que hasta le ponga música de mariachis para celebrar?

Solo cuando uno es padre, realmente entiende lo difícil que es entregar a una hija.

Se sentía fatal.

No importaba que el yerno fuera el mejor del mundo...

Gabriela soltó una carcajada.

Hasta que volvió a su cuarto, Rodrigo seguía algo molesto.

Sofía justo salía de la habitación.

Rodrigo la tomó del brazo y preguntó—: ¿A dónde vas?

—Voy a ver a Sebastián —respondió Sofía.

—Ya se fue —le informó Rodrigo.

—¡Ese muchacho! ¿Cómo se va sin avisar? —se quejó Sofía.

Sebastián siempre había sido muy educado, jamás se iba sin despedirse.