La Heredera del Poder romance Capítulo 423

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Sebastián dejó de pasar el rosario entre sus dedos por un instante y preguntó. "¿Estás hablando de la Doctora Milagrosa Yllescas?"

"Sí, esa misma, la Doctora Milagrosa Yllescas," confirmó Roberto con un asentimiento.

Sebastián entrecerró los ojos y

pensó en alguien:

Gabriela.

La habilidad médica de Gabriela era excepcional.

Ella había curado la enfermedad de la abuela Zesati.

Sebastián giró su rosario entre los dedos, recordando las habilidades de Gabriela.

¿Podría ser realmente ella? Se preguntaba Sebastián.

Roberto lo vio distraído y preguntó. "Hermano Sebas, ¿en qué piensas?"

Sebastián no se escondió y dijo. "En Gabriela."

En ese momento, Roberto también pareció recordar algo y, sorprendido, exclamó: "¿No fue Gabriela la que curó la enfermedad de la abuela? ¿Cierto?"

Sebastián asintió ligeramente, "Así es."

Roberto, aún sorprendido, dijo: "Entonces, ¿La Doctora Milagrosa Yllescas podría ser ella?"

"No estoy seguro, pero es muy posible," respondió Sebastián con su expresión inmutable.

Gabriela era bastante reservada, y

la famosa Doctora Milagrosa Yllescas también lo era.

Ambas parecían coincidir perfectamente.

Roberto frunció el ceño y continuó: "Gabriela está tan ocupada, entre la investigación, los videojuegos, las transmisiones en vivo y, hasta hace poco, preparándose para los exámenes de ingreso a la universidad. ¿Realmente tendría tiempo para investigar un antídoto contra el cáncer?"

Eso parecía poco realista.

Yolanda había dejado ya la escena de las transmisiones en vivo, y si decían que era Yolanda, Roberto podría creerlo.

Sebastián levantó la vista hacia Roberto y preguntó, "¿Quieres seguir comiendo sashimi de intestino de cerdo?"

Roberto recordó inmediatamente la apuesta que había hecho con Sebastián no hace mucho tiempo.

Sebastián era implacable,

dijo diez libras de intestino de cerdo, y fueron diez libras.

Después de comer crudo ese sashimi, Roberto corrió al hospital a hacerse un lavado de estómago, lo que causó que en ese momento, al escuchar las palabras "intestino de cerdo", se sintiera mareado y pálido.

Roberto continuó: "Hermano Sebas, ¿por qué tienes tantos prejuicios contra la Srta. Muñoz? Aunque Gabriela es sobresaliente, la Srta. Muñoz tampoco se queda atrás. La Srta. Muñoz es bondadosa y talentosa, realmente es una chica excepcional."

Roberto tomó un suspiro y continuó hablando, "Hermano Sebas, ¿sigues enojado por el asunto de la ruptura del compromiso? Creo que hay un malentendido en eso. ¿Quieres que te consiga una cita con la Srta. Muñoz para aclarar las cosas cara a cara?"