La Heredera del Poder romance Capítulo 899

Florencia levantó la cabeza y se encontró con una cara irresistiblemente guapa.

Era...

Sergio.

En ese instante, Florencia sintió su respiración entrecortada.

Y su corazón acelerado sin razón alguna.

"Yo..." Florencia intentó hablar, pero fue silenciada por la mano de Sergio cubriendo su boca.

Sergio bajó la mirada hacia Ariel, "¡Pídele disculpas a mi novia!"

Ariel se quedó atónito.

¿No se decía que Florencia estaba soltera?

¿Cómo era posible que de repente apareciera un hombre que decía ser su novio?

"¡Discúlpate!"

Al ver que Ariel no decía nada, Sergio se acercó a él.

Con su altura de un metro ochenta y cinco, Sergio era mucho más alto que Ariel, quien, sintiéndose presionado, retrocedió unos pasos, luego agarró su teléfono de la mesa y salió corriendo.

Sergio sonrió con satisfacción.

Fue entonces cuando Florencia reaccionó y se acercó a Sergio, "Sr. Yllescas, gracias por lo de recién."

Sergio sonrió, "Debería ser yo quien se disculpe por fingir ser tu novio sin tu consentimiento."

Recordando lo sucedido, las mejillas de Florencia se ruborizaron ligeramente. "De todas formas, gracias. Sin ti, realmente no sabría cómo manejar la situación."

"No fue gran cosa." Sergio continuó, "¿Eso era una cita a ciegas?"

Florencia asintió.

Sergio bromeó, "¿Quién te la organizó? No fue muy cuidadoso, ¿cómo te presentan a cualquiera?"

Florencia, algo molesta, respondió: "Fue mi tía quien me lo presentó. El tipo ese, un estudiante de secundaria del esposo de mi tía, siempre fue considerado un buen estudiante. Nunca imaginé que terminaría de esta manera..."

Si hubiera sabido, definitivamente no habría aceptado encontrarse.

Sergio asintió. "Ah, fue una recomendación familiar, por eso no pudiste rechazarla."

Florencia sonrió un poco avergonzada.

Justo entonces, Sergio vio un cine promocionando una película nueva y sugirió: "Srta. Nieva, ¿qué tal si nos relajamos viendo una película?"

"Vale," Florencia asintió.

Se dirigieron juntos hacia el cine.

Sergio estaba al lado de Florencia, y con solo levantar la mirada, ella podía ver su perfil.

Su corazón latía aún más rápido.

Estaba tan nerviosa que ni siquiera se fijó en qué película habían escogido hasta que entraron a la sala, encontrándose con una terrorífica película de fantasmas.

Aunque Florencia, siendo médica, sabía que los fantasmas no existían, no podía con las películas de este género. Antes de que empezara, ya estaba cubierta de un sudor frío y temblando de miedo.

"¿Te has asustado?" Sergio giró su cabeza hacia Florencia.

Florencia sacudió la cabeza, tratando de calmarse: "No, no tengo miedo".

Sergio sonrió y dijo: "Todo esto es falso, no tienes por qué tener miedo. Además, estoy aquí contigo". Al decir esto, Sergio extendió su brazo hacia Florencia. "Si te sientes asustada, puedes pellizcarme, tranquila, ¡no me dolerá!"