La Heredera del Poder romance Capítulo 970

"¡Abuela!"

"¡No te permito que te vayas!"

Jana mantuvo una actitud firme, así que Valeria se vio obligada a quedarse 'a regañadientes'.

Jana se mantuvo erguida, firme en su lugar, esperando a que Rodrigo y Sofía se acercaran para disculparse y postrarse ante ella. Mientras tanto, pensaba en cómo expresarse.

Sofía también vio a Jana y dio la vuelta para mirar hacia Rodrigo. "Tu madre está allá, ¿deberíamos acercarnos a saludar?"

Rodrigo echó un vistazo hacia allí. "Valeria también se encuentra allí, ¿verdad?"

"Parece que sí." Asintió Sofía.

Rodrigo frunció el ceño. "Actúa como si no la hubiéramos visto, no hace falta saludar."

"De acuerdo." Sofía aceptó respetuosamente la decisión de Rodrigo.

La pareja continuó su camino.

Jana se mantenía cada vez más erguida.

Hoy, tenía que asegurarse de que Sofía, esa desgraciada, y su bastardo se fueran de la familia Lozano!

¿Pensaban que podían aprovecharse de ella sin consecuencias?.

Uno tras otro, estaban tratando de subirse a su cabeza.

Pero justo cuando la pareja estaba a punto de llegar, Jana giró la cabeza hacia Valeria. "Vale, tú no debes saludarlos primero cuando lleguen. Tienen que ser ellos quienes se dirijan primero a nosotros."

Esta vez fue Rodrigo quien la buscó.

Jana no quería que Valeria sufriera la más mínima humillación.

Valeria asintió con la cabeza.

Justo cuando Jana se preparaba para ver a Rodrigo y Sofía arrodillarse frente a ella como muestra de disculpa, la pareja simplemente dio un giro y pasó por delante de ellos como si ni siquiera la hubieran visto.

Jana frunció el ceño.

¿Qué estaba pasando?

¿Acaso Rodrigo y Sofía no la habían visto?

Valeria también estaba desconcertada.

Nunca imaginó que Rodrigo y Sofía reaccionarían así.

"¡Rodrigo!"

Exclamó Jana con enojo.

"¿Se le ofrece algo, señora?" Rodrigo se giró hacia la señora.

Jana continuó. "¡Hijo desagradecido! ¿Ya ni siquiera me llamas madre cuando me ves? ¿Todavía esperas que te perdone?"

Rodrigo permaneció en silencio.

"¡Si quieres mi perdón, divórciate inmediatamente de Sofía! Que se lleve a Gabriela y desaparezca de nuestras vidas. De lo contrario, ¡nunca te perdonaré en mi vida! ¡Y ni sueñes con que te reciba en casa!"

Rodrigo miró a Jana con indiferencia. "El problema no es que usted me perdone o no, sino si yo estoy dispuesto a perdonarla. Si prefiere vivir afuera, continúe, nadie la detendrá."

Rodrigo ya estaba completamente decepcionado de Jana.

Si pudiera elegir, preferiría no tener una madre así.

Dicho esto, él miró a Sofía. "Sofi, vámonos."

No entendía por qué Rodrigo había cambiado de esa manera.

¿Acaso él ya no quería el Grupo Lozano?

¿Ni siquiera a su propia madre?

Jana se sentó en el sofá, como si hubiera perdido el alma.

Valeria encendió el mercado de acciones.

Y al revisarlo...

Se quedó completamente petrificada en el acto.

Las acciones de Grupo Lozano, que ya habían caído en picada, de repente volvieron a subir.

¿Qué estaba pasando?

¿Sería que Sebastián había intervenido para ayudar?

¿Cómo podía ser esto posible?

¡No!

No podía ser.

En ese momento, Valeria casi no podía creer lo que estaban viendo sus ojos.

Después de un buen rato, ella finalmente reaccionó, se acercó a Jana y le pasó el celular. "Abuela, mire esto."

Al ver la pantalla, la cara de Jana se volvió pálida al instante.

Finalmente entendió por qué Rodrigo se había atrevido a hablarle de esa manera.