La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1017

Aida y Grant sentían claramente que algo andaba mal.

Cada mayordomo con inteligencia artificial escaneaba a los invitados que pasaban cada cinco segundos para verificar si entraba algún extraño.

En tal entorno, no era fácil para un extraño entrar, era especialmente raro que la persona pudiera entrar y salir sin dejar rastro.

Aparte de Floyd, nadie más había visto el rostro de Isaac.

Aida aún tenía su vestido puesto y sus delicadas cejas mostraban una pizca de ansiedad.

"¿Deberíamos llamar a la policía?".

Grant dudó y miró a Nicole.

"Si no hay evidencia que señala directamente que Isaac se llevó a Michael, no sería razonable llamar a la policía ya que vino aquí para asistir al banquete...".

Incluso si se hiciera una denuncia, no se resolvería.

La mente de Nicole estaba confusa. Ella se sobresaltó cuando escuchó las palabras "llamar a la policía".

“No llames a la policía todavía, Hermano Mayor. Buscaré a Clayton. Encontrar a Michael es lo más importante ahora. Dejaremos de lado todo lo demás por ahora. Ayúdame a preguntarle a Papá sobre eso”.

Grant asintió solemnemente.

“No te preocupes, déjame este lugar a mí. Ve".

Nicole asintió apresuradamente y se levantó el vestido para salir corriendo...

Aida miró a su figura que se marchaba y frunció el ceño ligeramente. Ella abrió la boca y dijo vacilante: “Papá vio que algo andaba mal con Clayton y Clayton también lo admitió. ¿Por qué dejaste que Nicole fuera con él?”.

Clayton era realmente perfecto. La calidez y la modestia que emanaba de sus huesos tenían su propia aura, pero ¿cómo podía existir una persona tan perfecta en este mundo?

Si Floyd no lo hubiera arrinconado hace un momento, Clayton nunca habría cometido un desliz.

Mientras más mantenía esa fachada, más aterrador les parecía.

Que Nicole permaneciera a su lado sería como una oveja en las garras de un tigre.

La actitud de Floyd era obvia, ¿pero Grant todavía permitió que Nicole fuera a Clayton?

Grant se dio cuenta de lo que estaba pensando Aida y sonrió satisfecho. Él extendió la mano para acariciarle el cabello.