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La temperatura a mediados de marzo todavía era fría, especialmente por la noche, donde el frío penetraba hasta los huesos.
Nicole no tuvo tiempo de cambiarse de ropa. La tela de su vestido era demasiado delgada, por lo tanto, temblaba de frío.
Afortunadamente, ella tenía algo de ropa extra en el coche, así que se puso un abrigo de lana que envolvía el elegante contorno de su cuerpo y también bloqueaba el frío escalofriante.
Parecía que combinaban extraordinariamente bien.
Nicole pisó con sus tacones altos y entró en el hotel. Su ritmo era nítido e inquebrantable. Ella fue directamente al elevador y encontró el piso en el que se alojaba Isaac.
Inesperadamente, tan pronto como salió del elevador, vio un piso lleno de sus guardaespaldas.
Parecía haber un guardaespaldas en cada pocos pasos. '¿Qué es esto? Es como si hubiera algún tipo de funcionario del gobierno.
El guardaespaldas que estaba cerca de ella la detuvo. "Deténgase. Nadie puede entrar en este piso”.
Nicole frunció los labios, sus ojos fríos.
“Por favor, dile al Señor Sloan que soy Nicole Stanton”.
El guardaespaldas quería echarla, pero cuando vio su aura poderosa, le quedó claro que ella no era alguien con quien jugar, así que simplemente fue al otro lado para llamar a Isaac e informarle.
Este piso era la suite presidencial. No habría nadie más viviendo aquí, por lo que no era de extrañar que Isaac se atreviera a ser tan audaz.
Si fuera en otro lugar, él se habría hecho famoso.
Nicole puso los ojos en blanco en secreto.
Poco después, el guardaespaldas se acercó rápidamente.
"Por aquí, Señorita Stanton...".
Su actitud era obviamente mucho más respetuosa que hace un momento.
Nicole miró hacia otro lado con indiferencia y se volteó para seguirlo.
Ellos llegaron a la puerta de la suite presidencial.
El guardaespaldas llamó a la puerta.
Al segundo siguiente, la puerta se abrió desde adentro.
El rostro gentil y exquisito de Isaac acababa de ser humedecido con vapor, haciendo que su piel brillara de color rojo. Él parecía decente pero malvado.
La bata de baño alrededor de su pecho estaba suelta, revelando su exquisita clavícula.
Si fuera otra persona, Nicole todavía estaría interesada en disfrutar de la belleza de un hombre que acababa de salir de un baño, pero este hombre era Isaac Sloan. Ella se sentía enferma desde el fondo de su corazón.
El guardaespaldas se retiró con mucha sensatez.
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