La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1051

No había nada malo en ser amable o de corazón blando, así que ¿quién tenía la culpa aquí?

Julie no podía entenderlo cuando estaba en su estudio, como si hubiera llegado a un callejón sin salida.

Aunque se había probado su inocencia, no podía volver a enfrentarse a nadie con esas fotos expuestas.

“K…”.

Julie se atragantó y levantó su mano para cubrirse los ojos, bloqueando la luz.

Las lágrimas fluyeron a lo largo de sus dedos.

Las gotas de cristal eran cegadoras.

Kai se puso de pie, se inclinó para colocar su brazo bajo la almohada de ella e inclinó la cabeza.

Luego descansó sobre su hombro y la abrazó suavemente.

Kai le acarició la otra mano. Su voz era suave y ronca.

“Todo está en el pasado. Piensa en ello como un sueño. No pasa nada. Ahora todo terminó”.

Julie lloró durante mucho tiempo. Su voz se hacía más fuerte a cada minuto, lo que casi hizo entrar al doctor.

Necesitaba desahogarse, pero Kai no quería que ella llorara más.

La consoló con delicadeza, pues aún le preocupaba que llorar tanto afectara a su traumatismo craneal.

Poco a poco, las emociones de Julie se fueron calmando.

Kai encontró el contenido en Internet y se lo mostró.

Solo entonces Julie creyó que esta pesadilla realmente había terminado.

Los ojos de Julie estaban rojos, y su cara estaba pálida mientras cerraba los ojos.

¿Cómo podría la disculpa alegre de la gente hacerla olvidar la pesadilla de hoy?

La vergüenza la golpeó.

Ella era la más perjudicada.

La mano de Kai que la sostenía se tensó. De repente sacó algo de su bolsillo y suavemente se lo colocó en la mano.

“Ya que no te gusta nadie más, e independientemente de si te sigo gustando o no, vamos a empezar de nuevo e intentarlo, ¿de acuerdo? Si te sientes insegura y si estás dispuesta, casémonos. Esta vez, tú puedes tomar las decisiones. Depende de ti cómo empecemos y terminemos”.

Kai se esforzó tanto para decir lo que tenía en su corazón.

Él era la estrella de cine arrogante y poderosa que se había mantenido así durante la mayor parte de su vida, pero no podía permitirse el lujo de ser arrogante delante de Julie.

Kai solo quería ser humilde con ella. Quería verla sonreír y enfadarse.

Si otros se atrevían a decir una mala palabra sobre ella, él los mataría.

Cuando Julie saltó de la ventana, Kai sintió que había perdido su alma.

No podía esperar más.

Si esperaba más, se volvería loco.

Él solo podía sentirse seguro si podía proteger a Julie abiertamente.

Las lágrimas de Julie simplemente no podían detenerse. Sus hombros temblaban mientras lloraba aún más fuerte que hace un momento.