La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1053

Kai estaba reacio a irse. No le importaban los esfuerzos del equipo.

Para él, su misión estaba completa tan pronto como terminara de filmar.

El resto de las actividades publicitarias como el estreno y demás eran demasiado molestas.

Sin embargo, ya que Julie y Nicole lo dijeron, Kai no pudo encontrar una razón para negarse.

Después de unos segundos de duda, se puso de pie.

Kai miró a Nicole y la instruyó seriamente.

“Cuida bien de ella. ¡No te separes de ella, ni siquiera un paso!”.

Nicole asintió solemnemente. “¡No te preocupes!”.

Kai se acercó para tomar la mano de Julie antes de marcharse a regañadientes.

Una vez que se marchó, Yvette no pudo evitar cubrirse el rostro.

“¡Dios mío! ¿Desde cuándo Kai se convirtió en una persona tan empalagosa? ¡Estoy celosa!”.

Nicole soltó una ligera risa y la miró.

“Mi tercer hermano siempre ha sido así. Es solo que en el pasado estaba acostumbrado a mantenerlo al margen y normalmente no lo demostraba. En realidad es muy empalagoso, ¿verdad, Jules?”.

Las dos personas miraron a Julie de manera significativa.

Julie se sonrojó mientras miraba con enojo a Nicole.

“¿Por qué me lo preguntas?”.

Aunque Julie lo experimentó por sí misma, no podía admitirlo.

Nicole se sentó a su lado y tomó la manzana que Kai había terminado de pelar. La cortó cuidadosamente en trozos pequeños y la puso en un plato, luego se la dio a Julie con un tenedor.

“Jules, ya que ésto pasó, estamos tratando de averiguar cómo resolverlo. En este momento, básicamente no hay nada amenazante. Mi padre ya ha contactado a la policía y hemos contratado al mejor abogado. La discusión en línea sobre ti básicamente se ha calmado”.

“Gracias…”.

Julie sonrió con los labios pálidos.

Además, no sabía que la humilde expresión de hace un momento de Kai sobre sus sentimientos resultaba ser cierta.

Parecía haberle confiado toda su vida.

El anillo que llevaba en el dedo seguía estando frío al tacto, pero ella sentía que le quemaba.

El muro que construyó por su escasa autoestima se derrumbó.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Julie.

Nicole inclinó la cabeza y suspiró.

No sabía qué decir. Aunque a ella le encantaría ver el sueño de Kai hecho realidad, no podía obligar a su mejor amiga a pensar diferente.

Nicole solo podía decirle a Julie todo lo que sabía.

Yvette se quedó en silencio por un momento y soltó una risa.

“Jules, tienes mucha suerte. Anoche, cuando estabas en la sala de urgencias siendo reanimada, Kai enloqueció. Pensé que un hombre así solo existía en televisión… Siempre te ha gustado, pero sientes que no le gustas lo suficiente y que te lastimará, así que no te atreves a darle una oportunidad. Si yo fuera tú, no querría perder ni un minuto más. Hay que vivir el momento. La persona que te gusta también te corresponde, así que ¿no son los dos demasiado afortunados de tenerse el uno al otro?”.