La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 108

Grant Stanton envió personalmente las invitaciones para el aniversario de la Corporación Stanton. Prácticamente todas las personas famosas e influyentes del país estaban en la lista de invitados.

Lo más impactante era que habían rechazado todos los patrocinios de marcas para esta gala de aniversario. También habían contratado a los mejores planificadores de eventos para asegurarse de que todo, desde los cubiertos, las bebidas y la comida, fueran de primera categoría. Todo el mundo podía ver el grado de importancia que tenía esta gala de aniversario para los Stanton.

Al cabo de unos días, el acoso en línea hacia Nicole ya no era tan intenso como antes. De vez en cuando, había un internauta contratado que le lanzaba algunos insultos. Lo que sustituyó al escándalo de Nicole como el tema más candente fue la búsqueda de @BebéRica, la misteriosa mujer rica de aquella compra transmitida en vivo.

En esa transmisión en vivo, @BebéRica compró artículos de lujo por valor de ochocientos millones de dólares sin preguntar el precio de nada. Así, la identidad de @BebéRica fue objeto de acalorados debates durante un tiempo.

Todo el mundo seguía sin saber nada de esta persona misteriosa, excepto los registros del chat de la transmisión en vivo de ese día.

Los internautas especularon que, dado que @BebéRica había comprado la mercancía del emisor en vivo de esa sesión, que estaba valorada en ochocientos millones de dólares, tendría que recogerlos de alguna manera. Solo tenían que prestar atención al proceso de recogida para saber más sobre @BebéRica.

Nicole vio felizmente el espectáculo en línea. No se reveló ni emitió ninguna palabra y dejó que el público se enloqueciera haciendo especulaciones.

Después de todo, Nicole no estaba en el mundo del espectáculo, así que no tenía que exponer toda su información al público.

La gala de aniversario de la Corporación Stanton se celebró en el salón más grande de banquetes del distrito comercial, con capacidad para mil personas. Era un salón semiabierto, y desde los pisos superiores se podía contemplar gran parte de la bulliciosa ciudad.

Desde allí, se podía ver un río que atravesaba los extremos norte y sur de la ciudad, así como unos cuantos monumentos famosos. Las pantallas digitales enormes de esos edificios eran espacios publicitarios que se solían facturar por segundos. Esa noche, la Corporación Stanton había comprado todas esas pantallas para colocar un mensaje de felicitación por su aniversario.

Era una muestra de riqueza muy costosa y discreta.

Los empresarios, las celebridades y los medios de comunicación que asistieron al evento se maravillaron ante los elevados costos de esta gala. A todos les pareció sorprendente que la Corporación Stanton celebrara un simple aniversario de forma tan grandiosa.

Nicole llegó temprano al salón en donde se celebraba. Grant Stanton estaba fuera, mientras Floyd Stanton tenía que ayudar a su hija a elegir el mejor atuendo y las mejores joyas. Todo debía ser perfecto.

Incluso los que estaban acostumbrados a las marcas de lujo se sorprendieron al llegar al lugar de la celebración, porque todos los vestidos eran de alta costura, únicos y hechos a medida para Nicole. Varios de los mejores diseñadores internacionales discutieron durante unos días para dar con el concepto y el diseño de estos vestidos. Los trece vestidos eran impresionantes piezas de colección, y esta escena constituía un precedente único en el mundo.

“Señorita Stanton, ¿qué vestido prefiere para su primera aparición?”, preguntó el diseñador con una sonrisa.

“¿Dónde están las joyas? ¿Dónde está la persona que ordené que le comprara a la familia real europea?”.

La persona que estaba a un lado se apresuró a llevarlo con cuidado con ambas manos.

“Presidente Stanton, aquí está. Acaba de bajar del avión y está en perfecto estado”.

Floyd echó un vistazo, asintió y miró a su hija. “Bebé Nikki, mira si te gusta. Si no te gusta, haré que lo cambien. También te he comprado otras joyas, ¡pero esta es la más cara!”.

Nicole se rio sin poder evitarlo. Echó un vistazo a la joya y supo que estaba muy bien conservada por el coleccionista. La claridad del diamante era deslumbrante. Afortunadamente, el diseño no era demasiado lujoso ni despampanante. Era un simple collar en forma de lirio, que encajaba con el vestido.

“No, es bonito. Este me gusta”.

En cuanto Nicole dijo esto, Grant llamó a la puerta y entró. “Papá, los Ferguson están aquí”.