La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1088

Si Julie había venido, eso significaba que las cosas entre ella y Kai iban inusualmente bien.

Nicole entró corriendo felizmente.

El mayordomo miró a Grant entrando y dejó escapar un suspiro.

“Ha pasado mucho tiempo desde que la casa estaba tan animada”.

Grant se rio. “Ha sido duro para ti”.

El mayordomo los había estado cuidando en la Mansión Stanton durante décadas, desde su infancia hasta la adultez. Él pensaba en el Señor Anderson como su familia.

Grant sonrió y agitó la mano para decirle al mayordomo que entrara también.

Él observó a las personas entretenidas en la cocina como de costumbre.

Tigger yacía obedientemente en el regazo de Floyd, moviendo su cola mientras los escuchaba hablar.

Floyd acarició el pelaje de Tigger metódicamente, mientras miraba a Kai como si quisiera golpear a alguien, pero se estaba conteniendo fuertemente.

Kai dijo: “Mi querido padre, ¿quién es la persona que más te ama en este mundo? ¡Soy yo, tu querido tercer hijo!”.

Julie apartó la mirada con exasperación, deseando poder dejar de existir.

Los pasos de Nicole se detuvieron e inmediatamente puso los ojos en blanco.

¡Ella realmente quería abofetearlo!

“Querido padre, ¿quién es la persona que más te puede hacer enojar en este mundo? ¡Es él, tu querido tercer hijo!”.

Tan pronto como ella habló, la gente a su alrededor no pudo evitar reírse.

Incluso Julie se echó a reír.

Kai se dio la vuelta para mirarla con una expresión seria.

"Pequeña N, ¿cómo te atreves a hablarle así a tu hermano?".

Nicole se burló y caminó directamente hacia Floyd para sentarse a su lado.

"¿Cómo te atreves a hablarle así a la mejor amiga de tu novia?".

Un contraataque.

¡Victoria total!

Kai se congeló por unos segundos, él estaba tan enojado que no pudo decir nada.

Por otro lado, Floyd se llenó de alegría y le dio unas palmaditas en la mano.

Él la aconsejó sin sinceridad.

“No te burles de tu tercer hermano. Él siempre es extrañamente desvergonzado frente a Julie”.

Julie bajó la cabeza. Su rostro se sonrojó en un instante.