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Los sonidos de gritos, gruñidos ahogados y maldiciones de dolor se entrelazaron. En ese momento, no estaba claro si Isaac estaba maldiciendo a Clayton o suplicando clemencia.
Yvette vio el espectáculo por un rato antes de aburrirse.
“Isaac ni siquiera sabe pelear. ¿Cómo puede ser tan arrogante?”.
Al menos en su círculo, todos los hombres ricos sabían al menos uno o dos trucos.
Ya sea para ligar con chicas o para defenderse, era importante saber.
Nicole se rio. “Isaac creció con guardaespaldas siguiéndolo, así que no había necesidad de saber artes marciales”.
Yvette resopló. "Entonces, ahora solo recibirá su golpiza".
Nicole guardó su sonrisa y miró a Clayton, quien estaba sentado sobre Isaac.
El comportamiento generalmente gentil y elegante de Clayton había desaparecido. Era como una bestia que había estado dormida durante mucho tiempo y que ahora estaba sometiendo a su presa.
Sus ojos eran escarlata y fríos sin la más mínima onda de emoción.
Este lado de Clayton Sloan no le era familiar.
Eso hizo que el corazón de Nicole le doliera.
Aunque Isaac y Clayton eran ambos de la familia Sloan, el mimado Isaac no tenía ninguna habilidad de lucha porque siempre estuvo bien protegido.
Estaba claro de un vistazo que Isaac era un consentido.
Sin embargo, ¿y Clayton?
Los movimientos de Clayton eran hábiles y su fuerza era despiadada. Era difícil creer que Clayton no había adquirido esas habilidades a través de experiencias en su vida real.
Ante ese pensamiento, Nicole dejó de sentir admiración por ello.
Su pecho se sentía sofocado.
Después de mucho tiempo, Isaac perdió la fuerza para resistir.
Isaac se derrumbó en el suelo como un charco de papilla.
Él ya no respondía.
Su rostro estaba magullado y ensangrentado.
Clayton lanzó mecánicamente su puño a Isaac.
Nicole no pudo evitar acercarse.
"Ya es suficiente...".
Sus palabras hicieron que Clayton se detuviera en el acto.
Clayton miró hacia arriba. La severa oscuridad en sus ojos aún no se había desvanecido.
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