La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 114

Una vez que se escucharon las palabras de Floyd Stanton, el salón se quedó en un silencio sepulcral. Todos estaban sumamente sorprendidos, como si una bomba hubiera caído sobre ellos de la nada.

Al mismo tiempo, las palabras de felicitación que aparecían en las pantallas digitales enormes de todos los edificios exteriores y que podían verse desde el interior del salón fueron sustituidas al instante por la imagen de Nicole. Todos los habitantes de la ciudad podían ver su foto si dirigían su mirada a esos edificios.

La familia Stanton quería que todo el mundo supiera que el valor de Nicole Stanton era incomparable.

Todos los presentes se veían incrédulos, especialmente el Viejo Amo Ferguson, que estaba en primera fila. Su rostro se quedó rígido por un momento con un asombro oscuro.

Eric Ferguson también se quedó perplejo, completamente desconcertado.

Ingrid y Quinn Ferguson no se mostraban tan tranquilas como los otros Ferguson. Quinn rompió el silencio en el salón con su voz tensa y chillona al gritar: “¡Imposible! ¡Es claramente una huérfana sin dinero y sin antecedentes!”.

“¡Cállate!”. El Viejo Amo Ferguson la reprendió con un rostro sombrío y hosco.

¿Cómo podía ser falso si el propio Floyd Stanton lo admitía ante el público?

Floyd Stanton ignoró el arrebato de Quinn y continuó lanzando otra bomba a la multitud. “Ahora, me gustaría anunciar que todas mis acciones en la Corporación Stanton serán transferidas a Nicole. Nicole se convertirá en la persona al mando de la Corporación Stanton y en mi sucesora designada”.

¡Bum!

En un instante, la identidad de Nicole dio un vuelco total. No solo era la hija de Floyd Stanton, sino también la heredera de la Corporación Stanton.

De ser una mujer a la que calumniaban y se burlaban por ser una cazafortunas y querer casarse con una familia rica, había pasado a ser una heredera multimillonaria de verdad.

Su estatus ahora era más que valioso.

De repente, el salón se convirtió en un hervidero, incluso los periodistas de los medios de comunicación se negaron a dejar pasar este momento histórico.

Antes de que todos pudieran terminar de digerir este impactante hecho, Grant Stanton, que estaba a un lado, se acercó a su padre y asintió.

Tras el silencio, un aplauso estruendoso resonó en el salón. La multitud aplaudía el regreso de Nicole Stanton, así como la generosidad de Grant Stanton.

Cuando los aplausos cesaron, un periodista en el salón no pudo resistirse a hacer una pregunta: “Señorita Stanton, ¿qué le parecen los rumores calumniosos sobre usted en Internet? ¿Puedo preguntarle si su divorcio con el Señor Eric Ferguson supone una ruptura entre la Corporación Stanton y la Corporación Ferguson?”.

El periodista aprovechó el momento y no quiso esperar a la rueda de prensa posterior porque podría perder esta oportunidad.

Los ojos oscuros de Eric se abrieron al instante. Levantó la cabeza y fijó su mirada en la mujer radiante y hermosa que estaba en el escenario.

Nicole no evadió la pregunta, en cambio, miró al periodista con franqueza y una leve sonrisa.

“Por favor, permítame responder primero a su segunda pregunta. En aquel entonces, oculté mi identidad para casarme con el Señor Ferguson, por lo que ese matrimonio no era una alianza comercial y no representaba la postura de la Corporación Stanton. Para ser precisos, este matrimonio fallido se debe a un momento de impulsividad juvenil. Mis errores tontos del pasado son solo míos, y acepto plenamente el fracaso de este matrimonio. Este divorcio es para que yo pueda seguir el camino correcto en el futuro. En cuanto a esos rumores calumniosos…”.

Nicole curvó con desprecio las comisuras de sus labios mientras fijaba su mirada al Viejo Amo Ferguson y a Eric Ferguson. Levantó las cejas y continuó: “Tal vez si les hubiera informado antes de mi verdadera identidad, no se habría producido semejante farsa en los últimos días. Estoy eternamente agradecida por ser la hija de Floyd Stanton y poder tener esta oportunidad de estar aquí y aclararlo todo. Aunque no puedo decir lo mismo si esto le ocurriera a una persona ordinaria…”.