La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1155

Hayley asintió sin palabras.

“Sí, mi papá incluso quería que me acercara a ese mujeriego adinerado de Keith Ludwig. Sería el segundo matrimonio de ese tipo. Estaría ciega si me gustara…”

Nicole, Yvette y Julie se quedaron boquiabiertas.

“Pero afortunadamente, poco después de que mi padre lo mencionara, parece que Keith Ludwig va a volver a casarse con su desafortunada exesposa. ¡Me he librado de un desastre!”.

Hayley estiró la espalda y sonrió con aire de suficiencia.

Nicole preguntó: "¿Tu padre ha dejado de buscarte una madrastra?".

Hayley respondió: “Ahora él es infame, así que se ha dado por vencido. Esa zorra ha causado mucho daño a nuestra familia. Nuestra reputación se vio afectada, así que, ¿a qué mujer respetable de la alta sociedad le gustaría mi padre? Además tiene miedo de que las mujeres que tomen la iniciativa de acercarse a él sean similares a esa zorra, ¡así que simplemente se rindió!”.

Yvette se rio a un lado y chocó su vaso con el de Hayley.

“Tu padre parece inquieto. Hay muchas mujeres adineradas divorciadas y viudas en el círculo, y esas personas pueden ser bastante agresivas…”.

Julie le recordó a Yvette. “¡No seas una mala influencia para los niños!”.

Algunas chicas de no muy lejos se acercaron y propusieron emocionadamente.

"¡Juguemos un juego!".

Todos la miraron.

"¿Jugamos Verdad o Reto?".

Nicole, Julie e Yvette pensaron: '¡Vaya, qué cursi!'.

Las otras chicas aceptaron unánimemente la propuesta de esa chica, por lo que estaban muy emocionadas.

Claramente, el grupo de Nicole era menor en cantidad, así que solo podían seguirle el juego a las otras.

Las tres no querían jugar solas, así que se unieron. Inesperadamente, Hayley y las chicas aceptaron de inmediato.

En un principio, las tres se mostraron bastante aprensivas pensando que estarían oxidadas.

Como resultado, Nicole y Julie miraron a Yvette con admiración. Habían ganado dos juegos seguidos de tres.

Yvette tampoco esperaba que las adolescentes terminaran perdiendo porque parecían bastante competitivas.

Ella no pudo evitar reprimir su risa. Ella se aclaró la garganta.