La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 118

La expresión de Wendy Quade se tensó. No esperaba que Nicole fuera tan directa.

Levantó la mirada y la dirigió a Eric, pero él no la miró.

Desde el principio, sus ojos se habían centrado en Nicole y había guardado un silencio extraño.

Wendy agachó la cabeza en silencio y apretó el puño.

El Viejo Amo Ferguson tampoco la miró ni tuvo la intención de ayudarla.

En ese momento, el rostro del Viejo Amo Ferguson estaba sombrío y le preguntó a Floyd: “Presidente Stanton, aunque hayamos hecho algo malo, ya es cosa del pasado. Ya están divorciados, así que no hay necesidad de hacer un escándalo al respecto, ¿verdad?”.

Floyd estaba realmente tratando de contener su ira. Estaba tan furioso que no sabía cómo su hija se las había arreglado para soportarlos durante tres años.

Él inmediatamente llamó a los dos camareros que estaban de pie no muy lejos y señaló a Wendy Quade. “Por favor, acompañen a esta señorita a la salida”.

La cara de Wendy se puso pálida mientras levantaba la mirada en pánico.

El tono de Floyd era duro. “Mi hija no quiere ver la basura, así que hagan que se vaya”.

“Eric…”. Wendy intentó pedir ayuda.

Las cejas de Eric se juntaron mientras la miraba, y luego le recordó con voz fría. “El chofer te ha estado esperando afuera. Haz que te lleve de vuelta”.

Nicole enarcó una ceja. No creía que Eric fuera a despedir a Wendy así como así. ‘¿Está dispuesto a dejarla irse así nada más?’.

¡El corazón de un hombre era realmente difícil de entender!

Quinn e Ingrid, que habían traído a Wendy Quade por su cuenta, vieron la situación y entraron en pánico.

Se escondieron detrás del severo Viejo Amo Ferguson y no se atrevieron a pronunciar una palabra.

La expresión de Floyd cambió rápidamente. Ya había vuelto a su habitual sonrisa, distante y educada.

“Presidente Ferguson, todas las molestias que Nicole ha sufrido durante su estancia en su familia pueden dejarse a un lado por ahora, pero ¿qué hay de esos recientes rumores que circulan por Internet? Creo que usted es el más calificado para dar la cara y aclarar esto, ¿no?”.

Aunque la revelación de la identidad de Nicole ya era suficiente para limpiar su nombre de esos escándalos, hacer que los Ferguson se presentaran para emitir una declaración era obligarlos a admitir su error.

El Viejo Amo Ferguson resopló fríamente y dijo: “¿Es necesario?”.

“Si ni siquiera muestran su sinceridad disculpándose, entonces no tengo más remedio que cortar toda la cooperación con la Corporación Ferguson, incluyendo todas las acciones, fondos y proyectos de inversión. Si puede desembolsar tanto dinero como la Corporación Stanton, no tendrá problema soportando las pérdidas de la ruptura de nuestros lazos”, dijo Floyd con frialdad.

Eric comprendió por fin por qué Floyd Stanton no quería que se dirigieran a él como “Tío Floyd” hace un momento. Resultó que Floyd no quería involucrarse de ninguna manera con Eric.

Floyd miró a su hija, que estaba inexpresiva. Nicole entonces curvó las comisuras de sus labios en señal de burla.

“Claro”, ella dijo.

Floyd sabía, en el fondo, que su hija no volvería a salir lastimada por aquel idiota. De lo contrario, no se habría mostrado tan decidida.

“No tardes mucho. Todavía quiero presentarte a otros veteranos de la industria”.

Después de decir eso, Floyd miró fijamente a Eric y se alejó.

“Señor Ferguson, ¿de qué quieres hablar?”.

Nicole tomó despreocupadamente una copa de vino tinto de la bandeja que sostenía un camarero que pasaba por allí. El líquido vino tinto tenía un color muy vibrante y una fragancia muy rica mientras lo balanceaba suavemente en su mano.

La mirada de Eric se posó en el rostro de Nicole. Su voz era profunda y magnética.

“¿Por qué ocultaste tu identidad para casarte conmigo?”.