La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1273

Nicole no entendió la pregunta de Clayton. ‘¿Qué quiso decir?’.

“Por supuesto que hay una utilidad. ¡A Logan se le ocurrirá algo!”.

Aparte de estar en casa, Nicole se sentía más a gusto afuera con Logan.

¡Al fin y al cabo, Logan era un asistente atento, dedicado e increíble!

Nicole pensaba que cualquier bonificación no era suficiente para el trabajo que realizaba Logan.

Clayton bajó la cabeza en silencio y, al instante, se mostró abatido.

Al segundo siguiente, sacó de su bolsillo un pañuelo gris azulado. Se veía costoso. Utilizó algo de fuerza para romperlo en dos triángulos desde el centro.

Entonces, sujetó suavemente el tobillo de Nicole. Ésta fue tomada por sorpresa y quería decir algo, pero se contuvo.

Clayton envolvió la parte lesionada del talón con el pañuelo.

Luego hizo un nudo y volvió a meterle el pie en el zapato. La parte larga y triangular que quedaba en la parte trasera estaba envuelta alrededor de la parte de la piel de Nicole que estaba lastimada y parecía más bien un accesorio.

Separaba completamente su delicada piel del contacto con la parte trasera del zapato.

Clayton hizo lo mismo con su otro pie.

No se veía raro, sino más bien elegante.

Nicole sonrió y quedó muy satisfecha. Quería dar unos pasos.

Sin embargo, cuando dio un paso atrás, ella hizo una mueca de dolor. La herida aún le dolía.

Clayton no pudo evitar soltar una ligera risa.

“Solo evitará que empeore. No es una cura mágica”.

Nicole murmuró: “Cierto… ¡Pero se ve bastante lindo!”.

Clayton se levantó y extendió un brazo.

“Apóyate en mi brazo para caminar”.

Nicole apoyó todo su peso en su brazo. Ella pesaba un poco más de noventa libras, pero el brazo de Clayton no se movió en absoluto. Él no se sentía cansado ni dolorido.

Ella dio dos pasos y se sintió mucho mejor. El hormigueante dolor se desvaneció. El material del pañuelo era agradable y tenía una cómoda sensación de frescor.

Nicole sonrió. “¿Seguimos entonces?”.

Tenía la intención de alcanzar al grupo.

Él tiró de su brazo y la miró con el ceño fruncido.