La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1299

Quavon fue demasiado descuidado. No se había dado cuenta en todo este tiempo.

Clayton sonrió. “Sé que probablemente no querías verme, así que cambié mi boleto de primera clase a clase ejecutiva para evitar encontrarme contigo”.

Quavon resopló con frialdad. “Realmente estás haciendo esto por esa mujer. ¡Bien, quiero ver cuánto tiempo puedes seguir así!”.

Quavon bajó la cabeza y miró su reloj. Lo dijo con voz tranquila.

“Presidente Sloan, he calculado las cuentas por ti. Hasta el momento, la Corporación Sloan no ha dado ninguna respuesta al mercado de valores. Tus acciones han estado cayendo continuamente y están a punto de salirse de la línea. Tendrás que pagar $10 millones en costos irrecuperables por cada minuto de retraso”, describió Clayton con indiferencia. Luego sonrió al ofrecer lo siguiente.

“Por cierto, este campo es mi especialidad, así que si necesitas ayuda, comunícate con mi asistente para programar una cita. Aunque aún así te rechace, no me importa darte una pista”.

Quavon se sorprendió por las palabras de Clayton. Su expresión se volvió extremadamente sombría.

“Clayton, dime la verdad. ¿Estabas detrás de esto?”.

Clayton dijo: “¿Por qué tienes que hacer que suene tan mal? Te metiste con mi mujer, así que, por supuesto, tengo que protegerla”.

Los ojos de Quavon se contrajeron brutalmente.

Eso era básicamente Clayton admitiéndolo con franqueza.

Clayton sonrió, pero estaba lleno de frialdad.

Quavon apretó los dientes. “¡¿De verdad fuiste en contra de tu propia familia por una mujer?! ¡Ingrato! ¡Realmente te subestimé!”.

"¿Mi familia? Presidente Sloan, tú e Isaac son una familia. Yo fui un extraño no bienvenido desde el principio. No pretendas ser tan magnánimo. Hablas como si hubieras hecho una gran contribución a mi crecimiento”.

Clayton sonrió con autodesprecio y bajó la cabeza. Cuando volvió a levantar la vista, su mirada era algo sombría.

“Esperaré tu contraataque, Presidente Sloan. Si no sabes qué hacer, entonces llámame. Aceptaré tu rendición en cualquier momento. Por supuesto, conoces mis condiciones”.