La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1359

“Clayton y Nicole se han unido para hacerme daño. ¡Clayton, ese ingrato! ¡Es realmente un hijo de p*ta! ¡Haz que venga!”.

“¡Nicole debería irse al infierno! ¡Déjame salir! ¡La mataré!”.

“¿Crees que he perdido? ¡No perderé! ¡La Corporación Sloan solo puede ser mía! ¡Es solo mía!”.

…

Clayton encendió un cigarrillo afuera y se fumó la mitad antes de tirarlo suavemente a un lado y aplastarlo con la punta de su zapato.

Cuando Nicole estaba cerca, él nunca tocaba un cigarrillo para mantener su imagen.

Clayton sabía que a ella no le gustaba.

Ya que ella no estaba aquí, él se sentía inexplicablemente agotado al estar sentado aquí.

Estaba tan cansado que solo podía dar una calada de humo para aliviar su estrés.

El doctor salió de la sala, y la voz de hosca en el interior disminuyó gradualmente.

“¿Señor Sloan?”.

Clayton se puso de pie, luciendo indiferente. Asintió con la cabeza y le echó un vistazo adentro.

“¿Se calmó?”.

El doctor dijo: “Ha sido sedado, así que se dormirá pronto. Señor Sloan, si quiere hablar con él, puede entrar ahora”.

Él asintió. “Gracias”.

El doctor se marchó cortésmente. El personal del hospital tenía un buen presentimiento sobre Clayton, quien era tan misterioso y modesto.

Clayton entró y miró a Quavon acostado en la cama. Quavon miraba fijamente al techo. Su mirada se volvía lentamente débil y su pecho palpitaba violentamente.

Parecía que Quavon no estaba satisfecho con gritarle a la gente y se sentía sofocado.

Clayton se acercó para sentarse en la silla. Su rostro no tenía ningún rastro de calidez.

Él se veía indiferente y frío, mostrando el lado más oscuro de sí mismo.

La cara de Clayton se tornó completamente sombría con un toque de crueldad peligrosa.

“Permíteme recordarte que gritarme ahora no te servirá de nada”.

Con eso, Clayton se puso de pie impaciente, se enderezó la chaqueta y se dispuso a salir.

Quavon aún no reconocía su situación, así que era mejor esperar unos días más.

La voz de Quavon era ronca como si la hubieran molido con papel de lija.

“Clayton, él es tu hermano después de todo. Ya está paralizado, así que no lo atormentes. Él no puede competir contigo y no puede amenazarte, ¡así que no lo toques!”.

Los ojos de Quavon finalmente mostraron pánico. Temía que Isaac, quien ya estaba paralizado, fuera lastimado nuevamente.

Clayton se quedó perplejo por un segundo. Volvió a mirar a Quavon y lo fulminó con la mirada. Sus ojos se oscurecieron antes de retirar la mirada.

No dijo nada y abandonó el lugar.