La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 140

Ingrid fue llevada a la Corporación Ferguson. Incluso su teléfono le fue confiscado.

Ella se quedó allí miserablemente y se inclinó sobre la mesa para mirar a Eric. “Hermano, ¿por qué me llamaste para que viniera de repente?”.

El rostro de Eric estaba impregnado con frialdad. Su voz era severa y dura. “¿Qué crees?”.

Ingrid temblaba y se negaba a admitir su culpa.

“¿Cómo podría saberlo?”.

“¿No lo sabes?”. Eric se burló y luego gritó hacia la puerta. “¡Déjalo pasar!”.

Mitchell empujó al periodista líder a la sala.

El periodista entró con una sonrisa y se inclinó cuidadosamente. “Hola, Señor Ferguson. Buenos días, Señorita Ferguson”.

Ingrid vio al periodista y pensó que la había traicionado.

Entró en pánico y corrió para tirar del brazo de Eric.

“¡Hermano, no lo escuches! ¡Todo lo que dijo es falso! No los contraté para calumniar a Nicole...”.

El periodista ni siquiera había dicho nada, pero Ingrid lo admitió primero.

Al ver los ojos cada vez más fríos de Eric, Ingrid de repente sintió una punzada de miedo en su pecho.

Lentamente, ella soltó el brazo de Eric. “Realmente no lo hice a propósito...”.

“Ingrid Ferguson, ¿todavía actúas como si no fueras culpable después de causar tales consecuencias?”.

Eric miró con malicia a Ingrid. El tono de su voz transmitió un escalofrío a través de su espalda.

Parecía haber una fuerza invisible que cerraba el espacio a los alrededores.

Ingrid inconscientemente dio un paso atrás. Por primera vez, sentía que su hermano ya no era tolerante con ella.

De repente, ella recordó lo que su madre le advirtió.

¡Nunca desobedezcas a Eric ni pruebes su paciencia!

‘¿Por qué Nicole es el límite de Eric? ¿Por qué no puedo tocarla?'.

Cuanto más lo pensaba Ingrid, más resentida estaba. Ella estaba a punto de fingir estar agraviada y mostrar debilidad para superar esta situación cuando el periodista la delató rápidamente.

“Señor Ferguson, la Señora Ferguson todavía no ha hecho el pago final, pero como no complete mi tarea, no me atrevo a pedirlo. ¿Puede dejarme ir, por favor?”.

Los alrededores eran obviamente unos grados más fríos ahora.

“¡Cállate!”, le gritó Ingrid al periodista.

'¡Qué tonto, insensible e imbécil!', pensó Ingrid.

“Ingrid Ferguson, solo tienes una opción. ¡Ve y discúlpate con Nicole ahora!”.

Los ojos de Eric estaban llenos de una opresión aterradora.

Ingrid estaba tan sorprendida que ni siquiera podía decir nada.

'¿Se perdió más de mil millones de dólares? Yo solo gasté más de $100,000 para contratar al periodista para que le buscara problemas a Nicole...’, pensó Ingrid.

“Además, no tengo nada que ver con Wendy Quade. Será mejor que te informes bien. ¡Ella nunca tendrá nada que ver con nuestra familia!”.

Eric la miró por última vez y se marchó.

'¿Siempre he tenido la idea equivocada?'.

El cuerpo de Ingrid se puso rígido, luego comenzó a entrar en pánico y a temblar.

Ella tenía una sensación premonitoria.

Después de que Eric se fue, Mitchell entró y miró al periodista. “Puedes irte. Recuerda lo que dijo el Señor Ferguson. No intentes sacar trapos sucios del círculo empresarial. Vuelve a tu industria del entretenimiento. O de lo contrario, ni siquiera sabrás cómo morirás...”.

“Sí, sí, sí”. El periodista accedió apresuradamente y salió corriendo en una fracción de segundo.

Mitchell se quitó las gafas y se acercó a Ingrid quien estaba atónita.

“Señorita Ferguson, el Viejo Amo Ferguson la llamó”.

Ingrid se congeló. 'Cierto... ¡El Abuelo no me abandonaría!'.

“¿Qué dijo el Abuelo?”.

Mitchell respondió: “Pidió que fuera en veinte minutos. De lo contrario, eliminará su nombre del registro de la familia Ferguson para siempre”.