La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1443

Clayton le dirigió una mirada sombría a Angie y se dispuso a caminar para irse.

Angie se quedó paralizada por un momento. Se veía un poco triste.

Clayton no era un simple hombre. Por lo menos, era mucho más complejo de lo que ella había previsto.

No mucha gente conocía su nombre: Angie.

Solo había pasado un día, pero Clayton ya lo había descubierto.

“Señor Sloan, solo quiero que tú y la Señorita Stanton hagan pública su relación lo antes posible. ¡Cuanto antes el mundo sepa que están juntos, mejor!”.

Él hizo una pausa al escuchar las palabras de Angie.

“Solo así atraparás a Eric con la guardia baja. Esa es la única manera en que él será más precavido”.

Angie se sentía un poco ansiosa porque no podía dejar pasar esta oportunidad.

Clayton podría ser su mayor ayuda.

Él giró la cabeza. Su mirada era oscura y sombría mientras la miraba. Sus finos labios se separaron ligeramente.

“Si quieres que el Señor Ferguson esté contigo, tengo una mejor manera…”.

…

Nicole y el Pequeño Michael estaban en la sala de estar, mirando las dos maletas. Los dos compartieron miradas extrañas.

No entendían lo que estaba pasando.

En un principio pensaban que Clayton había llegado y fueron a abrir la puerta alegremente, pero resultó ser uno de sus asistentes.

Después de entregar la maleta de Clayton, el asistente se rehusó a hablar y simplemente se fue.

Esto la dejó un poco desconcertada.

Clayton no volvió, pero su maleta sí.

Algo no estaba bien. Debieron haber bajado juntos del avión. ¿Acaso Clayton se dirigió primero a la oficina?

Por lo que ella sabía, no había nada urgente de que encargarse últimamente.

Yvette asomó la cabeza desde la cocina y preguntó con impaciencia: “¿Podemos empezar a cocinar ya? He calentado la sartén varias veces. Si vuelvo a calentarla, ¡el fondo de la sartén se quemará!”.

En un principio, Nicole quería cocinar para ella misma, pero como la autoestima de Yvette estaba muy dañada después de lo ocurrido la última vez, ésta estaba decidida a recuperar su reputación.

Por lo tanto, Yvette se ofreció a cocinar para dar la bienvenida a Clayton y al Pequeño Michael.

El Pequeño Michael miró hacia atrás y parpadeó. “¡Tía Yvette, espera un poco más!”.

El calor y la suavidad de sus brazos finalmente calmaron su estado de ánimo aprensivo de todo el día.

Resultaba que la ausencia realmente hacía que el corazón añore más.

“Siento haberlos hecho esperar. Acabo de bajar del vuelo y subí a tomarme una ducha y a cambiarme”.

‘Así que es por eso…’. Nicole sonrió. No lo dudaba porque sabía que Clayton era un germofóbico y que siempre era meticuloso en todos los aspectos de la vida.

A Clayton nunca le gustaba aparecer delante de los demás luciendo como un desastre. No importaba la hora que fuera, siempre se veía pulcro y limpio.

Nicole le dio una palmadita en la espalda a Clayton, indicándole que había otras personas en la casa.

“Yvette se está preparando para cocinar. Si hubieras aparecido antes, ya habría comida lista”.

Solo entonces Clayton dirigió su mirada a Yvette, quien estaba de pie en la puerta mirándolo con curiosidad.

Su sonrisa era sutil y cálida.

“Mis disculpas, Señorita Quimbey”.

Yvette resopló, levantó la espátula que tenía en la mano y sonrió.

“Normalmente, las personas que se duchan tan pronto como vuelven, o han tenido una aventura o quieren deshacerse de alguna prueba. Señor Sloan, no serás así, ¿cierto?”.