Resumo de Capítulo 1454 Encontrado el siguiente objetivo – Capítulo essencial de La Heredera Divorciada Billonaria por Internet
O capítulo Capítulo 1454 Encontrado el siguiente objetivo é um dos momentos mais intensos da obra La Heredera Divorciada Billonaria, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Romance, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Los labios de Sean estaban apretados en una línea recta. Su aliento era frío, y su voz era extremadamente grave. “Yvette, aunque quieras hacer un berrinche, debes conocer tus límites”.
Sean bajó la voz y la miró fijamente con una mirada sombría.
“Algunas cosas ya pasaron y no se pueden deshacer, así que ¿por qué insistes en quedarte en el pasado? Hice todo lo que pude por ti, así que ¿por qué no puedes ser un poco más comprensiva?”.
Yvette hizo una mueca. Su sonrisa era extremadamente despectiva.
“¿Hiciste todo lo que pudiste? Lo dices como si te hubiera obligado a divorciarte. Sean, ¿no soy lo suficientemente considerada? Cuando la gente me llamó amante, me quedé callada. Cuando tu madre y tu ex esposa vinieron a mi puerta para llamarme p*ta, no hice nada contra ellas. ¿No fui lo suficientemente comprensiva?”.
El rostro de Sean era hosco y frío. Frunció ligeramente el ceño y tenía la intención de hablar.
Yvette dejó escapar una carcajada. Su voz era fría.
“Sácate de la cabeza de que seré considerada contigo. ¡Ahora tengo que ser considerada hasta con tu ex cuñada! ¿Qué derecho tiene tu familia a exigirme tanto? ¿De verdad crees que soy una pobre miserable que está estúpidamente enamorada de ti, que solo puedo ser sumisa con tu familia el resto de mi vida y que no puedo tener orgullo?”.
Sean miró a Yvette con una mirada hosca. Su rostro era inexpresivo, y el denso frío que emanaba parecía cortar el aire helado como un cuchillo.
“Entonces, ¿te arrepientes? ¡Fuiste tú quien dijo que no quería un título!”.
“Sean, ¿crees que quiero ser tu esposa? Si me caso contigo, siempre seré la segunda esposa. ¡Jamás me verán siendo la segunda opción de nadie!”.
Los delicados rasgos de Sean estaban bañados de frialdad. Incluso sus ojos estaban llenos de hostilidad.
Curvó las comisuras de sus labios en una sonrisa macabra. “Así que eso es lo que piensas, ¿eh?”.
“¿Qué más? No quiero un título de ti. Del mismo modo, no te daré un título. Nuestra relación se construyó sobre la base de la igualdad. Fuiste tú quien pensó erróneamente que yo iba a ser tolerante con tu pasado. Lo siento, pero no soy esa clase de persona”.
Yvette esbozó una sonrisa fría.
Sean apretó los dientes. Obviamente intentando reprimir sus emociones.
“Así que por eso te has negado a verme en los últimos días. Parece que lo has pensado bastante bien, ¿eh?”.
“Ya lo había pensado bien esa noche. Si no, no me habría llevado todas mis cosas. Me llevé lo que es mío, y tú puedes quedarte con tus cosas. Ya no hay nada entre nosotros. Sean, pensé que lo habías entendido. Seguiríamos juntos si éramos felices, pero si no lo somos, terminaremos. Cualquiera de nosotros tiene derecho a terminar esta relación”.
Después de todo, cuando se reconciliaron en aquel entonces, el mundo entero no los apoyó. Incluso ni les dieron mucha importancia.
‘¿Este era el hombre que amaba? ¿Acaso estaba ciega?’, pensó Yvette.
Sean la vio en este estado y sacudió la cabeza. Miró al hombre del coche y volvió a hacer una mueca.
“Entonces será mejor que aproveches tu oportunidad. Espero que a él no le moleste tu mala fama…”.
Sean se sentía indescriptiblemente satisfecho y alegre mientras un placer similar al de la venganza recorría su cuerpo.
Era como si sintiera placer al lastimar a Yvette.
En el momento en que se dio la vuelta, las lágrimas de Yvette se derramaron.
Su cuerpo temblaba.
Al segundo siguiente, un fuerte viento pasó por su oído. Lance se subió las mangas, puso una mano sobre los hombros de Sean y golpeó con su otro puño la cara de éste.
Sean recibió un puñetazo en la cara y se tambaleó unos pasos hacia atrás. Su mirada era sombría y estaba lívido. Tiró la chaqueta al suelo y se abalanzó sobre Lance.
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