La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1458

La Señora Quimbey murmuró: “Esto es muy precipitado, ¿no? Yvette aún es joven”.

Fiona estaba decidida y no estaba dispuesta a dejar alguna posibilidad para discutir.

“No te preocupes, pronto madurará. La trataré como si fuera mi hija. Obtendremos su licencia de matrimonio en dos días. Les mostraré la casa nueva esta tarde y se la compraré, ¡así que no pueden quitarme esta oportunidad!”.

Fiona estaba muy satisfecha. Estaba eufórica de tener una nuera que fuera de su agrado.

"¡Cuando nazca el niño, lo criaré yo misma!".

......

Las dos personas que estaban en el baño aún no sabían lo que estaba pasando.

Casualmente, el agua dejó de salir a borbotones del grifo, así que la posición en la que ellos estaban parecía no tener sentido de explicar ahora.

Yvette inclinó lentamente la cabeza para mirar a Lance.

Ella dijo: "¿Qué hacemos?".

Parecía que no debió haberle pedido a Lance que se quedara, así se habría evitado esta situación.

Lance frunció los labios y parecía nervioso.

Era solo un grifo que estaba flojo.

¿Cómo había desenroscado la tubería?

¿Fue accidental o intencional?

Incluso el propio Lance no lo sabía.

Era solo que esto se desarrolló más allá de la imaginación de todos.

Yvette se levantó, se secó la cara y se armó de valor para decir: "Olvídalo. Iré a explicarles. No podemos simplemente dejar que hagan lo que quieran. ¡Ni siquiera hicimos algo!”.

Justo cuando Yvette estaba a punto de salir, Lance le agarró su muñeca delgada, blanca y muy suave.

“Espera…”.

Lance la soltó inmediatamente. Su tono seguía siendo bastante tranquilo.

“Yo hablaré con ellas. Vístete primero”.

Yvette se quedó atónita. Solo entonces se dio cuenta de que su camisón estaba empapado.

Si salía así, no podría justificar nada.

Yvette asintió inmediatamente y corrió a su habitación para cambiarse.

“¿En qué pensamos? ¡Lo hemos visto con nuestros propios ojos! ¿Qué más tienes que decir? Si de verdad dormiste en la habitación de invitados, ¿por qué estabas tan temprano en la habitación de Yvette? ¡¿Incluso tienes el descaro de decir esto?!”.

Lance dijo: “Estaba allí para ayudarla a arreglar el grifo…”.

“¿No funciona el baño?”.

Lance asintió.

Fiona dijo: “¿Por qué no usaste el baño de invitados e insististe en ir a la habitación de una chica para arreglar el grifo? Lance, un hombre debe admitir su falta. ¡No puedes simplemente ser un irresponsable! Sé que los jóvenes de hoy en día no son tan serios con sus sentimientos, pero no puedes hacer esto. Yvette es una chica tan buena. Esta vez, ¡tienes buen ojo!”.

Fiona no dejó ninguna posibilidad para que Lance discutiera y le dijo a la Señora Quimbey con una sonrisa. “Incluso he pensado en el nombre de su hijo…”.

Lance sentía un dolor de cabeza inminente.

Fiona lo empujó y apretó los dientes.

“¡Ve a vestirte! ¡¿Por qué sigues ahí parado?!”.

Lance entró en silencio en la habitación de invitados.

Entendía que era inútil decir cualquier cosa.

La Señora Fiona solo quería creer lo que había visto y quería creer lo que sabía.