La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1480

A medida que Yvette y Sean pasaban más y más tiempo juntos, Yvette podía sentir que Sean se estaba cansando de lidiar con sus sentimientos mutuos.

Si no fuera por la decepción que se había estado acumulando con el tiempo, Yvette no se habría ido de forma decisiva por la repentina aparición de una chica.

Yvette sabía que había llegado el momento de tomar caminos separados.

No casarse por impulso era lo más sabio que había hecho.

Hoy, se alegraba de que esa decisión le dejara una salida.

Yvette levantó la vista y miró a Sean sin inmutarse.

“Sean, no soy impulsiva. Durante el tiempo que pasamos juntos, también pudiste sentir que ya no éramos como al principio. En lugar de dejar que nuestros sentimientos se desvanezcan con el tiempo, es mejor terminar ahora”.

Sean preguntó: “¿Así que eso es lo que sientes?”.

"Sí”. Yvette frunció los labios. “¿Tú no? Aunque estás divorciado, sigues siendo muy cercano a tu exesposa. No puedes dejar de lado el apoyo que te da su familia, y sigues tratando de actuar como la víctima. Hasta yo estoy harta de ti”.

El rostro de Sean estaba tenso. Quería decir algo, pero se tragó sus palabras.

Sus ojos estaban sombríos y enrojecidos mientras miraba a Yvette frente a él. La odiaba, pero también se sentía impotente.

En toda su vida, Sean solo había sentido la calidez de esta mujer que ardía como el sol. Él codiciaba esa calidez y pensó que siempre estaría ardiendo.

No esperaba que esa calidez también lo abandonara un día.

Ella fue tan decisiva que él ni siquiera tuvo tiempo de prepararse.

Yvette vio que no decía nada y pensó que finalmente había aceptado la situación. En ese momento, se sintió aliviada por no haberse equivocado con él.

“En ese caso, es mejor separarnos amistosamente. Puedes volver a casarte con tu exesposa. No vuelvas a mí. Finjamos ser extraños”.

Al decir eso, Yvette se soltó del agarre de Sean, se dio la vuelta y se fue.

Yvette sabía que los intereses de Sean y su exesposa eran inseparables. Cuando se divorciaron, no dividieron sus bienes.

Yvette siempre había sido clara y extremadamente rápida en alejarse de los asuntos emocionales.

En ese entonces, fue capaz de distanciarse de la noticia del matrimonio de Grant, así que ahora, también podría superar su relación fallida con Sean.

Sean miró su silueta desvaneciéndose e inconscientemente apretó los puños.

Él la había esperado toda la tarde para no hacer su relación más rígida, pero de alguna manera, no pudo controlarse. Esas palabras hirientes salieron como un cuchillo afilado para apuñalarla.

Sean también se sintió muy triste.

Se quedó allí, sintiéndose extremadamente impotente. Sentía como si toda la fuerza de su cuerpo se desvaneciera.

La cálida y burbujeante Yvette que antes corría hacia él se fue así.

A partir de entonces, todo fue sombrío.