La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1484

Yvette se estabilizó antes de extender la mano para apartar a Lance, ella no mostró el menor indicio de resistencia.

Era como si estuviera frente a un extraño.

"Gracias...".

Yvette terminó de hablar y siguió caminando de regreso, pero se dio cuenta que había ido en la dirección equivocada. Por un momento, ella no sabía si estaba yendo al lugar correcto o no.

Lance vio su reacción y sonrió algo impotente.

"¿Dónde está la habitación?".

Yvette frunció los labios. “Llama a Nicole y dile que venga a buscarme”.

Ella salió a toda prisa y había dejado su teléfono en la habitación.

Lance sonrió levemente. Su profundidad madura se desvaneció ligeramente y fue reemplazada por calidez.

“Solo tengo el número de su oficina. Es posible que ella no responda en este momento”.

Después de todo, aunque su cooperación era una situación beneficiosa para todos, ellos no tenían una amistad profunda en privado.

Lance tenía el número de Logan, pero era claro que probablemente Nicole no traería a su asistente a este tipo de fiesta privada.

Yvette se quedó allí sin moverse. A ella se le subió el alcohol a la cabeza y empezó a hacer un berrinche.

"Entonces, ¿qué estás haciendo aquí?".

Lance se veía aún más impotente. Él sacudió la cabeza, se acercó para sujetar su esbelta muñeca y jaló de ella en la dirección opuesta con cierta fuerza.

"Como no sabes dónde está, entonces salgamos a recuperar la sobriedad".

Él llamó a Logan y le pidió que le informara a Nicole que saliera por Yvette. Luego, él llevó a Yvette a la ventana de piso a techo al final del corredor.

Afuera, la brisa soplaba entre las ramas, hacía frío tanto por dentro como por fuera.

Yvette luchó en vano y se rindió. En cualquier caso, ella reconocía que la persona frente a ella era Lance, por lo que no estaba tan a la defensiva.

Ellos ya tenían su licencia matrimonial. ¿Acaso tenía que estar preocupada de que él la vendiera?

Yvette trató de calmar su estado de ánimo y restarle importancia. La llama quemó la cabeza del cigarrillo y el olor a nicotina instantáneamente llenó su aliento y garganta.

Tras inhalar el cigarrillo, Yvette dejó escapar un suspiro de consuelo.

Solo en momentos como estos, ella se sentía como la gran Señorita Quimbey que tenía el control de toda situación.

¿Qué hombre se atrevería a intentar conquistarla?

Yvette levantó la vista y vio que la persona que tenía enfrente guardó el encendedor. Él volvió a mirar hacia afuera con una pizca de cansancio en el rostro.

Parecía que no estaba sorprendido ni repelido de que ella fumara.

La punta de color escarlata del cigarrillo se atenuó con el humo que flotaba entre las yemas de sus dedos.

El sabor de este cigarrillo había sido especialmente diseñado. No era tan ligero como los cigarrillos de moda ordinarios, pero el sabor tampoco era tan fuerte.

Yvette volteó la cabeza hacia un lado y miró a Lance. "¿Quieres probar?".

Ella giró el cigarrillo entre las yemas de sus dedos como si estuviera atrayendo a un buen estudiante para que hiciera cosas malas.