La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1511

Era como si Eric hubiera dejado de lado a propósito a la Corporación Stanton e ignorado a Nicole.

Nicole cerró su cuaderno. “No te preocupes por eso. Lo hablaré con mi hermano”.

Logan asintió y respiró aliviado.

Él suponía que Eric había ignorado a Nicole porque no quería que su ex esposa asistiera a su fiesta de compromiso.

Sin embargo, ¿un compromiso?

¿Acaso la obsesión de Eric por Nicole había desaparecido así como así?

Logan era un poco incapaz de comprenderlo.

Simplemente, había algunas cosas que no podía comprender.

Después de ocuparse de las cosas, Nicole fue a la oficina de Grant.

Estaba sentado erguido, y frente a él estaba el jefe de departamento temblando, sin saber qué había hecho para hacer enojar a Grant.

Nicole llamó a la puerta y entró.

Grant miró al jefe de departamento y habló con voz ligera y fría: “Vete. Si esto vuelve a ocurrir, simplemente piérdete”.

“Entendido”.

Ella se sentó frente a Grant. “Hermano, ¿ya escuchaste las noticias sobre el compromiso de Eric?”.

Las cejas de Grant se movieron y asintió.

Miró a Nicole con cierta angustia y frunció ligeramente el ceño. “¿Estás…?”.

Ella vio a través de sus pensamientos y se quedó increíblemente estupefacta.

“¿En qué estás pensando? Es solo que todo el mundo sabe de su compromiso, y no nos envió una invitación. Si esto sale a la luz, todos especularán que nuestra relación es turbulenta y eso afectará los negocios, así que por eso vine a preguntar”.

El ceño de Grant se alivió. Le sonrió.

“No te preocupes por eso. Seguramente está reacio a casarse y no quiere que lo veas casado, por eso no ha enviado una invitación. Enviaré nuestras felicitaciones en nombre de la compañía. No te preocupes por lo demás”.

Nicole respiró aliviada y asintió.

“Está bien”.

Grant musitó: “¿Y qué hay de ti?”.

“¿Yo qué?”.

Él sonrió. “No creas que no lo sabemos todos. Tú y Clayton están básicamente unidos a la cadera. ¿Qué, ahora vas en serio con él?”.

Nicole escuchó su tono y se molestó un poco.

Clayton sonrió sin poder evitarlo. “Vine a recoger a Michael y ya estaba aquí cuando vi tu mensaje de texto. ¿No viste mi respuesta?”.

Nicole sacó su teléfono del bolso. “No tuve tiempo para verlo”.

Mientras hablaban, Floyd salió de la cocina y habló en tono sombrío:

“¿De dónde salió esta chica? ¿Qué hace aquí en mi casa?”.

Nicole sintió un picor en su cuero cabelludo. Se acercó apresuradamente en silencio.

“¡Soy yo, Papi!”.

Floyd gruñó con fuerza. “¿Por fin te acordaste de cómo volver a casa?”.

Ella hizo un puchero. “¿Entonces me voy?”.

“¡Pues vete!”.

“¡De ninguna manera! Pescaste un pescado tan grande. Tenemos que convertirlo en sopa de pescado…”.

Al ver esta mirada descarada de Nicole, Floyd sentía que su ira se calmaba por muy intensa que fuera antes.

Floyd se lavó las manos y salió. Vio a Clayton sentado muy cómodamente en el sofá jugando con los Legos de Michael.

Soltó un gruñido, disgustado de verlo a él también.