La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1517

Clayton inmediatamente sintió que algo andaba mal con Nicole. Respiró hondo. “Nena…”.

Nicole lo interrumpió y miró al chófer al frente.

“Detente”.

El chófer trabajaba para Clayton. Así que dudó, sin saber qué hacer.

Claramente nada andaba mal cuando se subieron aquí. ¿Cómo había cambiado de repente?

Al ver que el chófer no tenía intención de detenerse, ella intentó inmediatamente abrir la puerta. La expresión de Clayton cambió, e inmediatamente agarró su mano para detenerla.

“Nicole…”.

Había un rastro de ansiedad en su tono.

Él miró al chófer. “Detén el coche”.

El coche se detuvo lentamente a un lado de la carretera, y Nicole se bajó sin decir una palabra.

Ella no sabía por qué estaba enojada, pero sentía el corazón apretado.

No era por Eric y Angie, sino porque Clayton también estaba involucrado en este asunto.

Ella nunca sospechó de él, pero lo ocultó bien.

Clayton, desde luego, no dejó que Nicole se fuera así y la persiguió, colocándose delante de ella.

“Espera, te lo voy a contar todo”.

Estaba realmente asustado. Le aterraba que Nicole lo mirara con ojos tan indiferentes.

Era como si no lo conociera.

Él respiró hondo y solo podía contarle lo que le dijo a Angie en privado.

“No quería hacerle daño a nadie. Solo esperaba que Angie no intentara nada contigo, y no quería que pasara por encima de ti para contactar a Eric, así que le di algunas ideas para molestarlo”.

Clayton, al ver a Nicole allí de pie, estoicamente, no sabía qué hacer y entró en pánico.

“Nicole, no me apliques la ley de hielo. Si estás enojada, puedes pegarme y gritarme todo lo que quieras”.

Cuando una persona tan gentil decía palabras tan humildes, era realmente muy lamentable.

Nicole frunció los labios mientras su corazón se estremecía.

Si era solo eso, no había nada de qué enojarse.

Lo miró con una mirada sombría. “¿Sabes cuál fue tu error?”.

Clayton apretó un poco más los brazos para abrazarla con fuerza. Su calor la envolvió al instante. Nicole sonrió.

“Bueno, ¿volvemos?”.

Clayton asintió, y su mirada se ensombreció. “¿Al apartamento?”.

Ella captó de inmediato sus intenciones.

Nicole se rio. “¡A la mansión! Mi padre me está esperando para cenar”.

Agitó su teléfono delante de él para demostrar que no mentía.

La luz de los ojos de Clayton se atenuó. Suspiró y se sintió poco dispuesto pero se vio obligado a dejarlo ir.

“Ojalá el Tío Floyd me quisiera tanto como a Michael. Así podría vivir en tu casa”.

Sorprendentemente, había algunos rastros de coquetería en esas palabras.

Ella sonrió. “Entonces tienes que trabajar duro”.

Clayton la llevó de vuelta a la mansión y la vio entrar antes de suspirar lentamente aliviado.

Casi la pierde.