La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1519

Angie le daba mucha importancia a la boda. Tanto el proceso como la ropa fueron cuidadosamente seleccionados.

La gente de Eric también era extremadamente cooperativa.

Eric no quería participar en el proceso de verla probarse vestidos de novia, pero Angie se lo tomaba muy en serio y hacía que alguien llamara a Eric para que viniera a verla.

En este centro comercial, era difícil conseguir una cita en esta tienda de novias.

Sin embargo, para Angie no era difícil nombrar a Eric. ¿Quién no le mostraría respeto a la familia Ferguson?

Inesperadamente, cuando fueron allí, se encontraron con personas inesperadas.

Nicole acompañaba a Yvette a probarse el vestido de novia.

El que llevaba Yvette acababa de ser traído desde Francia. Lance lo había reservado de antemano, así que ella se tomó el tiempo de buscar a Nicole para ir a probarse el vestido.

Podría decirse que era el único de su clase.

La asistente le dio la bienvenida a Angie y Eric y se inclinó cortésmente.

“Si necesitan algo, llámenos para que los atendamos”.

Angie miró a Nicole, sentada en el sofá, y luego a Yvette, y su expresión cambió.

Miró a Eric y se arrepintió secretamente para sus adentros.

Afortunadamente, la expresión de él no cambió en absoluto.

Se sentó a cierta distancia, como si no hubiera visto a Nicole.

Angie sonrió.

Se acercó a mirar el vestido de novia de Yvette y lo admiró.

“Este vestido es precioso. También lo quiero”.

La asistente mostró una expresión complicada.

Yvette sonrió. “Fue hecho a mi medida. Había que reservarlo con tres meses de antelación y es el único de su clase. No puedes comprarlo”.

La cara de Angie cambió ligeramente. Nicole se puso de pie, impidiendo que Yvette siguiera provocando a Angie, y sonrió.

“El vestido de novia de Yvette fue diseñado incorporando su nombre y el de su esposo, así que es único. Si te lo pones, será como llevar el nombre de Yvette para casarte”.

Cuando se marcharon y sonó la campanilla del cierre de la puerta, las venas se abultaron ligeramente en el dorso de la mano de Eric.

Angie se probó el vestido de novia y salió, llevando alegremente el vestido para recibir los elogios de los demás.

“Eric, mira. ¿Me veo bien? ¡Quiero ser tu novia más hermosa!”.

Eric se mostró indiferente. Sus ojos no se posaron en su cuerpo.

A Angie tampoco le importaba. Se acercó y se sentó en su regazo, rodeando deliberadamente su cuello con los brazos y hablando con una sonrisa.

“Mira, ya te olvidaste de ella. Puedes hacerlo. Mientras no la mires, no le pondré un dedo encima”.

Un rastro de frialdad brilló en los ojos de Eric, y la apartó de él bruscamente.

Era como si incluso contenerse se sintiera ofensivo.

“Pruébate los vestidos por tu cuenta. Tengo trabajo que hacer”.

Su tono era frío mientras se enderezaba la ropa y se disponía a marcharse.

Las comisuras de la boca de Angie se contrajeron. “¿Acaso tus parientes no asistirán a la boda? ¿Quieres recoger a tus mayores y a tu hermana del extranjero?”.