La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1528

Al escuchar las palabras de Mitchell, Angie parecía haberse quedado sin fuerzas. No le quedaba nada para sostener su cuerpo.

Se sentía como si hubiera caído en un sótano de hielo que la congelaba hasta los huesos.

No tenía ni idea. Las pocas palabras de Mitchell dichas en un tono sencillo eran como un desastre para ella.

Con la reputación de Caleb, casi nadie se atrevía a provocarlo. Era un traficante de armas en la superficie, pero tampoco era tan íntegro en privado.

Las personas íntegras no podían posicionarse en los países del extranjero.

Vendía armas y traficaba drogas.

Vendía personas y también las mataba.

Caleb era un hombre que hacía cualquier atrocidad y estaba inextricablemente vinculado a los terroristas.

Los países lo odiaban hasta la médula, pero sin pruebas a mano, seguía tan estable como siempre.

Nadie sabía dónde estaba la base de su padre. La policía internacional había allanado varias bases a través de informantes, pero ninguna era real.

Básicamente nunca aparecía, excepto esta vez…

Perdieron inesperadamente contra Eric.

Angie se sentía como una tonta por venir aquí y morder el anzuelo.

Ridículo. ¡Absolutamente ridículo!

Giró bruscamente la cabeza y miró fijamente a Mitchell con ojos sombríos, como si estuviera mirando a otra persona. Su voz era ronca y oscura.

“Los mataré. ¡Los mataré a todos!”.

Mitchell se mostró indiferente. Vio cómo se llevaban a Angie y desaparecía de su vista.

Luego, suspiró lentamente aliviado.

El ambiente tenso se relajó al instante, pero el salón de banquetes llevaba tiempo en completo silencio. Todos se habían marchado, así que el ambiente era frío y silencioso. Era una escena completamente diferente a las risas de antes.

Un guardaespaldas disfrazado se acercó. “Mitchell, todos los invitados se han ido sin problemas, pero la Señorita Quimbey sigue en la puerta mirando a su alrededor…”.

Mitchell se rio.

Se quedó pensativo mientras tenía unos toques de diversión en su mirada.

“Déjenla en paz. A la Señorita Quimbey le encanta ver la diversión. Dejen que mire”.

El control de armas en Mediania era extremadamente estricto. Había pensado en todos los métodos posibles y solo podía llevar una pistola de bolsillo utilizada para la defensa personal.

También tenía confianza. Después de todo, Angie le envió un mensaje y le dijo que viniera sin preocupaciones. Con el poder de Eric, ¿cómo podría estar él en peligro?

Sin embargo, fue demasiado descuidado. ¿Y si el peligro venía de Eric?

La persona del coche de enfrente bajó. Por su altura y figura, estaba claro que era Eric.

Caleb estaba furioso. Sin decir una palabra, sacó su pistola y le disparó…

Sin embargo, la gente de alrededor reaccionó con gran rapidez. Le dispararon a su coche hasta quedar como un queso suizo, así que ni siquiera tenía fuerzas para defenderse.

Valdría la pena si pudiera matar a Eric.

Tras el intenso tiroteo, Caleb empujó la puerta del coche, dispuesto a luchar hasta la muerte.

Sin embargo, observó cómo la persona a la que le había disparado levantaba lentamente la cabeza. Había una cicatriz evidente en su frente que no había notado antes, ya que estaba oculta por las sombras de la noche.

De repente, el rostro de Caleb se tornó sombrío.

No era Eric Ferguson.