La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1539

Eric miró a la persona que tenía en frente y dijo con voz fría: “La información era correcta. Solo hay una posibilidad, y es que ni siquiera ellos saben quién es el verdadero Caleb. Subieron juntos al avión y llegaron juntos a Mediania, pero uno fue capturado mientras que el otro aprovechó para huir”.

La persona estaba secretamente asombrada. No esperaba que Caleb tuviera un truco bajo la manga.

Fueron muy desprevenidos.

Sin embargo, él rápidamente reaccionó. “Realizaré inmediatamente una investigación exhaustiva de las personas en el mismo vuelo. Nadie se salvará”.

Eric asintió. El verdadero Caleb debía estar en el avión.

Al pensar en el hombre que se llevó a Nicole, Eric sentía que la sangre se le subía por el cuerpo. No podía calmarse.

Levantó los pies para irse cuando el hombre detrás de él lo llamó.

"Señor Ferguson, esa mujer, Angie. ¿Desea interrogarla?”.

La hija de ese traficante de armas probablemente no era falsa.

Tal vez podrían encontrar alguna información útil.

Eric frunció los labios. "No es necesario”.

Angie no sabía nada de su plan, y mucho menos de su preparación.

De lo contrario, ella no habría caído en su trampa.

¿Cómo podía saber que alguien había secuestrado a Nicole?

…

El cielo oscuro se fue aclarando poco a poco, convirtiéndose en el color blanco mármol del cielo del amanecer. Los rayos de luz penetraron las nubes y, en unas pocas horas, el cielo se iluminó.

Fue una noche de insomnio.

Nicole estuvo mucho tiempo en la carretera llena de baches. Estaba aturdida y no permanecía despierta más que unas pocas horas al día.

Solo sabía que estaba en un coche. Tenía las manos y los pies atados y la boca cerrada con cinta adhesiva para que no pudiera emitir ningún sonido. Se sentía increíblemente miserable.

Cuando abrió los ojos, aturdida, sintió que su cuerpo estaba al revés. No había lugar que no le doliera.

Nicole parecía haber sido arrojada a una camioneta llena de productos de pescado. El olor penetraba sus fosas nasales y la hacía sentir náuseas.

Ni siquiera podía vomitar y se sentía desinflada. No tenía fuerzas.

Eso no era normal.

Los recuerdos en su cabeza fueron volviendo poco a poco.