La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1542

Cuando Nicole terminó de hablar, había silencio y quietud a su alrededor.

Todos se quedaron bastante sorprendidos.

El hombre que llevaba la delantera reaccionó y se echó a reír de repente.

Él la miró con extrañeza. "¡Eres una mujer tan despiadada que se vuelve en contra de su amigo!".

Nicole respiró profundamente.

"No tengo nada que ver con él, así que, ¿por qué debería preocuparme por él?".

Estas personas turbias debían saber quién había causado este problema para vengarse del perpetrador, pero no eran muy razonables.

Nicole realmente se sentía muy agraviada.

El hombre se quedó atónito durante un rato antes de resoplar. “Simplemente tienes mala suerte”.

No le importaba si Nicole sentía algo por Eric, siempre y cuando tenerla capturada pudiera amenazar a Eric.

La información que Angie había enviado no estaba equivocada. Nicole era de hecho la persona más valiosa para Eric.

Nicole quería decir algo, pero el hombre se giró hacía ella de repente. Su mirada era intimidante mientras la miraba. “¿Conoces a Charles Ferguson, el padre de Eric? Si no quieres acabar como él, será mejor que te comportes”.

Había una sonrisa aparente cuando pronunció esas palabras amenazantes.

Esa sensación fue muy espeluznante.

Nicole se calló en un instante.

Por supuesto, ella sabía que habían desmembrado la pierna de Charles Ferguson, y que solo trataban el cuerpo humano como un recipiente para los órganos.

Para ellos, la vida ciertamente no era tan valiosa como el dinero.

Nicole solo esperaba que alguien viniera a rescatarla pronto.

El grupo de hombres estaba vestido con ropa ordinaria. Y una vez más, metieron a Nicole en una camioneta ordinaria con un interior en mal estado que parecía estar a punto de ser desechado.

Nicole juraba que era el coche más viejo en el que había estado.

Las ventanas estaban cubiertas con trapos, por lo tanto Nicole no sabía en dónde estaban.

Nicole fue sentada en la parte de atrás. A su izquierda estaba el “jefe” alto y delgado, y a su derecha estaba el hombre bajito y moreno, que a ella no le agradaba. Ella estaba apretujada en el medio, muy incómoda.

Sin embargo, era mucho mejor que oler el mal olor de los mariscos que había en la camioneta.