La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1564

Eric cerró los ojos.

¿Cómo podría transmitir ese mensaje?

Eric solo quería que Clayton desapareciera y que no apareciera de nuevo.

Eric fue con confianza a salvar a Nicole y trató de hacerla sentir que él era la única persona que podía salvarla.

Ahora, Eric comenzaba a arrepentirse de esto.

Él debió cumplir todos los deseos de Nicole.

“Nicole, no hablemos de esto. ¿Dónde estás ahora? ¡Iré allí de inmediato!”.

Eric no escuchó la respuesta de Nicole después de mucho tiempo. Su corazón parecía estar perforado con densas agujas que se sentía tan doloroso que incluso respirar se volvió difícil.

El tiempo pasaba minuto tras minuto.

Eric ya no pudo resistirse a apresurarla. “Nicole…”.

Nicole se rio. “No te molestes. ¿Crees que Caleb me diría dónde estoy?”.

Su risa sonaba un poco desesperada.

Nicole no sabía si odiaba a Eric o no.

Ella simplemente no quería volver a escuchar su voz en su vida, la repugnaba extraordinariamente.

Por lo tanto, Nicole se levantó del suelo y caminó hacia la cama para sentarse.

Ella se quedó mirando el espacio a través de la pared de bambú, pensando que le quedaban menos de treinta minutos.

Afuera, la voz de Eric seguía sonando sin cesar. Era solo que sin importar lo que él dijera, Nicole ya no le respondió más.

Si su vida terminaba aquí, Nicole iba a culpar a Eric porque ella temía que Clayton se culparía a sí mismo por haberla perdido.

¿Qué tan triste estaría Clayton?

Después de un tiempo, el sonido afuera de la puerta se desvaneció.

Quizás Eric también se había dado por vencido.

Nicole parpadeó y sintió que le dolían los ojos. Quería llorar pero no podía.

Ella no tenía miedo en absoluto.

Sus ojos seguían mirando en una dirección. Ella podía sentir el silencio en el aire como si estuviera aislada. Ella se sentó allí sola. Su cuerpo estaba tenso e incluso su propia respiración superficial era claramente audible.

De repente, Nicole escuchó un grito que se sintió justo al lado de sus oídos pero a lo lejos.

Pensó que tal vez había escuchado mal.

Sin embargo, a medida que se acercaba a la pared, el sonido se hacía más evidente.

Era una voz que venía del exterior del edificio.

“Explosivos detectados en el edificio. Estén en alerta de nivel uno. Ningún personal extraño se permite entrar…”.