La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1596

Yvette abrió la boca pero no pudo refutar.

Ella era la que estaba equivocada en esta situación.

Nicole la ayudó desde un lado.

“¿No sería malo que ella te lo dijera y tú se lo dijeras a todo el mundo? Por supuesto, ¡no podíamos decírselo!”.

Ian estaba sentado, sus ojos enrojecidos al mirar a Nicole.

“¿Cómo pude haberle dicho a todo el mundo? Tu seguridad estaba en juego y estabas en peligro. ¡Debí haber sido el primero en ir a salvarte!”.

Al ver que Ian estaba realmente a punto de llorar, Nicole estaba ligeramente sorprendida y lo miró con asombro.

Clayton, quien estaba sentado en la cama del hospital presenciando todo esto, estaba un poco molesto.

Sin embargo, él sonrió, y su voz seguía siendo suave al decir: “Segundo Joven Amo Carter, si lo supieras, te habrías desesperado tratando de encontrar a Nicole. Entonces, ¿no se arruinaría el plan del Señor Stanton?”.

Ian se sintió inmediatamente un poco satisfecho de que hubiera un buen motivo.

Así que, no pudo decir nada para refutar.

Sí, si hubiera sido él, habría encontrado la manera de lanzarse a la red y ser carnada fácil.

Yvette se acercó y acarició la cabeza de Ian.

“Ya no tienes ninguna posibilidad. ¿Qué sentido tiene fantasear con ser el héroe? ¿Acaso no te conseguiste una nueva novia recientemente? Escuché que es una secretaria que acaba de volver de estudiar del extranjero y que es bastante guapa y capaz. ¿Cuándo nos la vas a presentar?”.

El tema fue cambiado con éxito.

Nicole y Julie estaban sorprendidas.

Julie tampoco lo sabía. Estaba tan ocupada con su carrera, salvo para charlar con sus mejores amigas y salir con Kai, que había descuidado la vida privada de Ian.

Ian se quedó estupefacto ante esa pregunta, por lo tanto tartamudeó: “¿D-De dónde sacaste esa información?”.

Apenas la había conocido y no era algo serio.

Yvette sonrió. “Me lo dijo mi esposo. ¡Está muy bien informado!”.

El rostro de Ian pasó de pálido a rojo. En un instante, Yvette lo obligó a decir la verdad.

“Solo somos conocidos. Por casualidad ella envió su currículum a la Corporación Carter y me pareció que era competente, así que la contraté. No tenemos ninguna otra relación. ¡No vayas a decir tonterías por ahí!”.

Mientras hablaba, miraba con culpa a Nicole.