La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1645

Yvette le dijo a Nicole con una sonrisa. Esta era la verdadera prioridad esta noche. El concierto era solo un aperitivo.

Normalmente no tendrían esta oportunidad.

Nicole se detuvo ligeramente y le lanzó a Yvette una mirada complicada.

"¿No tienes miedo de que el Señor Sheldon te coma viva cuando se entere?".

Yvette evitó la mirada de Nicole tímidamente. “Solo estamos bebiendo. No es como si fuéramos a hacer otra cosa. Cualquiera miraría dos veces cuando ve un buen espécimen del sexo opuesto. Además, el dueño está haciendo esto por cortesía. ¿Qué tiene de malo?".

Nicole puso los ojos en blanco sin decir una palabra.

Los hábitos de Yvette realmente no se podían cambiar de la noche a la mañana, pero Yvette tenía un sentido de decencia en todo lo que hacía.

Aunque no era agradable decirlo en voz alta, Yvette nunca se permitiría sufrir.

Después de todo, todavía estaba muy satisfecha con su matrimonio.

Si se arruinaba, sería un desperdicio de sus expectativas para Lance.

Yvette envolvió sus brazos alrededor de Julie. "Además, tú y Julie se quedarán aquí".

Nicole se encogió de hombros con impotencia.

"Me voy. Me preocupa que Clayton esté solo en casa”.

Yvette la miró sorprendida. “¡Nicole Stanton! Cada vez te pareces menos a ti misma. ¡¿Vas a volver a cuidar de un m*ldito hombre adulto?!”.

Nicole sacudió la cabeza. “No lo estoy cuidando. Él es el que me cuida. Solo está así por mi culpa…”.

Aunque Nicole estaba un poco ebria, su razonamiento aún era claro.

La vivacidad aquí no podía evitar que su corazón quisiera regresar y ver a Clayton.

Yvette y Julie vieron a Nicole irse e intercambiaron una mirada.

Julie tiró del brazo de Yvette. “Diles que vengan. Quiero echarles un vistazo también”.

Yvette tocó la mejilla de Julie.

“¡Julie, tú también has cambiado! Te has vuelto traviesa. ¿Acaso la cara de Kai no es suficiente para ti?”.

Julia hizo un puchero. “¿Qué tiene de malo mirar?”.

Julie se apoyó en el sofá con los ojos entrecerrados. Su tolerancia al alcohol era la más baja. Aunque fue la que menos bebió, ya sentía que no podía seguir más.

El alcohol se le subió a la cabeza y su visión comenzó a superponerse.

Yvette se sentó allí. El alcohol hacía que no se sintiera culpable y dejaba a Lance en el olvido.

Todo esto era una interacción social normal en un lugar como este.

Yvette no creía que Lance no vendría a lugares como este para hablar de negocios.

Ante ese pensamiento, su coraje interior creció un poco.

"Vamos. Siéntanse libres de pedir lo que quieran. Canten si quieren cantar y bailen si quieren bailar. No se preocupen por nosotras”.

Sus palabras fueron muy sutiles. De hecho, ella quería ver cuáles eran las especialidades de los acompañantes masculinos pero no quería preguntarles directamente. Era como una clase de un maestro.

Todos habían aprendido sobre todo tipo de clientes engañosos durante su entrenamiento, por lo que este tipo de solicitud, naturalmente, no les parecía excesiva.

Un hombre delgado y de aspecto intelectual, quien tenía una sonrisa refinada dijo: "Entonces cantaré...".