La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1679

El director se lamentó al hablar. Un rastro de burla cruzó por los ojos de Clayton.

¿Amor fraternal?

Por fuera, Quavon seguía siendo el hermano mayor de Isaac, y éste era el tío de Clayton.

Sin embargo, Quavon e Isaac no eran hermanos.

Después de desmantelar el telón, algunas cosas seguían siendo demasiado desagradables para decirlas en voz alta.

Clayton entró. “¿Ellos no querían irse?”.

El director hizo una pausa.

“¡Claro que querían! Han habido varios grupos de personas que vinieron uno tras otro, nuestros innumerables guardaespaldas no están solo de decoración. Además, me encargo de cambiar sus habitaciones y patios al azar después de varios días, para que esa gente simplemente no pueda predecir dónde está el Señor Quavon”.

El director se sentía orgulloso de sí mismo al hablar.

Clayton sonrió.

“¿Ningún desconocido vino a verlos?”.

“Nadie por los canales regulares, pero siempre hay alguien que quiere hablar con el Señor Quavon. Incluso enviaron a una enfermera. Cuando me enteré, la enfermera ya había huido, pero inmediatamente reforzamos nuestra seguridad”.

El director no quería mencionar esto al principio, pero como Clayton preguntó, era posible que ya sospechara algo.

Por lo tanto, no le quedaba de otra que decir la verdad.

Después de todo, el dinero que Clayton pagó era suficiente para que el director construyera dos sanatorios más.

Aunque esto era un sanatorio, había muchas personas mentalmente inestables encerradas aquí. La atención brindada aquí era mejor que la de los hospitales psiquiátricos comunes, y también sonaba mejor.

Sin duda, era difícil que estas personas mentalmente inestables pudieran escapar.

Quavon e Isaac estaban clasificados en esta categoría.

Clayton caminó en silencio, sin mostrar ninguna reacción, ni siquiera descontento.

Sin embargo, él sabía que lo que había sucedido en la Corporación Sloan debió haber sido transmitido a través de esa enfermera.

Fue realmente un gran esfuerzo.

Cuando el elevador llegó al último piso, Clayton pudo notar que los guardaespaldas se habían triplicado.

El director se detuvo y señaló la habitación.

…

Clayton sabía que Quavon e Isaac estaban dentro.

Ni siquiera se molestó en llamar a la puerta, por lo tanto abrió la puerta de un empujón.

La habitación era grande y bien iluminada. Un ligero olor a desinfectante se percibía en el aire.

Quavon estaba sentado encorvado adentro, con un libro en la mano.

Isaac yacía en la parte más interna de la habitación con los ojos cerrados. Clayton podía oír el pitido regular del equipo médico.

En cuanto Clayton entró en la habitación, sintió un silencio sepulcral en el interior.

Esa sensación era como si dos personas estuvieran muriendo. La depresión y la impotencia que se habían acumulado durante mucho tiempo se sentían como si pudieran explotar en cualquier momento.

Quavon escuchó el movimiento y se giró para mirar.

Aquella mirada era penetrante. Su rostro envejecido lucía burlón e inquieto.

“¡Bah! ¿Has venido a visitar a tu padre?”.