La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1716

El sol brillaba intensamente y una capa de nubes colgaba en el cielo azul se veía tan hermoso como una pintura al óleo.

Nicole estaba parada bajo el sol, frunciendo el ceño. Su rostro brillante y delicado estaba un poco pálido, pero escuchó muy pacientemente a Clayton terminar lo que quería decir. Después, mostró una expresión de confusión e incomprensión.

¿Por qué creía Clayton que ella iba a abortar al bebé?

Nicole lo miró. Su tono era tranquilo mientras decía: "¿No me dijiste que asumirías la responsabilidad?”.

Clayton hizo una pausa. Su mirada estaba congelada y parecía algo incrédulo.

"¿Qué dijiste?".

La euforia de sus ojos reapareció en su rostro. Saltó del coche y se colocó frente a ella en unos pocos pasos.

"¿Puedes repetírmelo?".

Nicole quedó desconcertada. “Te lo pregunté hace poco. Primero tenemos que hablar con mi padre. Si él está de acuerdo, entonces no me importará…”.

Los ojos de Clayton se enrojecieron ligeramente. Esta sorpresa llegó tan repentinamente que no pudo asimilarla por un tiempo. Este gran giro de acontecimientos lo hizo sentirse un poco pérdido.

Clayton respiró profundamente y la envolvió en sus brazos. Su corazón tenso se calmó por fin.

La sensación era como experimentar un enorme accidente pero de repente te dijeran que solo era una broma.

Clayton pensaba que lo había pérdido todo, pero ahora lo había ganado todo.

Nunca antes se había sentido tan satisfecho.

“Gracias, cariño… lo siento…”.

Clayton habló incoherentemente.

Nicole se calmó de repente y le rodeó la cintura con los brazos después de una pausa. Ella le dio unas palmaditas en la espalda.

"¿Pensaste que venía al hospital a abortar al bebé?".

Clayton no respondió, pero el silencio lo decía todo.

Nicole suspiró.

“Aunque este niño es inesperado, no me repugna tanto. No estoy preparada, pero ¿acaso no tienes experiencia en la crianza de un niño? De todos modos, contigo, los preparativos no servirán de nada. Dejemos que la naturaleza siga su curso y ocupémonos de eso más tarde…”.

Después de todo, el bebé que llevaba en su vientre no era hijo de alguien a quien ella odiaba.