La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1746

El corazón de Yvette se sentía en conflicto. De repente, ella empezó a sonreír y luego miró a Lance.

“¿Has visto a alguna otra esposa sirviéndole té a su esposo en la oficina? ¡Te estás burlando de mí!”.

Entonces, Yvette resopló y orgullosamente se dio la vuelta para irse.

Olvídalo. ¿Qué más podía decirle?

Yvette le había dicho todo lo que tenía que decir. Si ella pedía cosas que no le pertenecían, solo la haría parecer desvergonzada.

Lance se rio suavemente, impotente por la forma en que ella había cambiado de tono en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, él no se molestó en absoluto. En cambio, él sintió que fue muy útil.

Después de todo, la Señorita Quimbey era realmente arrogante y adorable.

Era una buena lección para él.

Después de lidiar con el asunto actual, él encontró algo de tiempo para llamar a su asistente.

No a Yvette, obviamente.

El asistente masculino se quedó allí, muy desconcertado.

Lance cerró el archivo y lo miró.

"¿Pasó algo afuera hace un momento?".

El asistente masculino sacudió la cabeza, pensando para sí mismo: 'No. ¡Aparte de que la Señorita Quimbey te regañó, no pasó más nada!’.

Lance hizo una pausa y cambió su enfoque.

“Después de que Hans se fue, Yvette no estaba familiarizada con parte del trabajo. Ustedes tienen que ayudarla más y comunicarse conmigo si hay alguna dificultad”.

“Sí, Señor Sheldon. La Señora Sheldon está haciendo un excelente trabajo. No tenemos ninguna dificultad en este momento”.

No importa cuán estúpido fuera el asistente masculino, él sabía que no podía hablar mal de la esposa del jefe a sus espaldas.

Sería buscar su muerte.

Lance se quedó en silencio durante unos segundos.

Durante estos pocos segundos, el asistente masculino finalmente sintió que algo andaba mal.

"Señor Sheldon, ¿ha pasado algo?”.

De lo contrario, si el Señor Sheldon quería saber acerca de la Señorita Quimbey, ¿por qué no le preguntaría directamente?

Llamarlo hasta acá solo significaba que él quería saber algo que la Señorita Quimbey no le había dicho.

El asistente se iluminó de repente y sintió que la posición de Hans no era fácil de ocupar.

¿Cómo Hans había soportado esto durante tanto tiempo?

El asistente masculino dijo: “¿No es porque le ordenó traer café y luego le dijo que cambiara a té verde? ¿La ofendió?”.

La última frase fue pronunciada en un susurro.

Sin embargo, Lance todavía lo escuchó.

Él colgó el teléfono con frialdad.

Eh...

Lance no obtuvo ninguna respuesta y, en cambio, otros estaban chismeaban sobre él.

¿Cómo pudo haber ofendido a Yvette?

¡Ellos tenían una relación tan maravillosa!

Lance no logró preguntar los detalles y no tenía ninguna esperanza del grupo de personas afuera.

Él se enteraría tarde o temprano.

Por supuesto, Lance no se olvidó de enviar un mensaje de texto a Hans y le dijo que trajera el collar que ordenó desde el extranjero la última vez.

Ahora era una buena oportunidad para dárselo.

Siempre era la decisión correcta enviarle un regalo.