La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1752

Nicole dejó de lado el tema con una broma.

Desde luego, nadie podía preocuparse por si ella respondía o no a la pregunta. Después de todo, no se podía jugar con el temperamento de la Señorita Stanton.

Clayton le colgó el abrigo y la sujetó por la cintura con suavidad. De hecho, le protegía cuidadosamente el vientre. Ella lo sabía pero no dijo nada.

Hizo una pausa y lo miró.

“No sabía que estarías aquí”.

Clayton sonrió. “Es culpa mía por no decírtelo”.

Nicole sonrió y se acercó para tomar asiento. Él se inclinó para sujetar su silla. “No bebas más tarde. La Señorita Quimbey está allá…”.

Clayton señaló hacia una dirección. Yvette estaba sentada entre un grupo de mujeres jugando a las cartas. Vio claramente a Nicole, pero no se atrevió a marcharse por las buenas cartas que tenía.

Agitó la mano para saludar a Nicole, quien se levantó con una sonrisa.

“Bueno, puedes ir a socializar. Yo iré donde Yvette”.

Estas personas solían llevar a sus parejas al socializar, pero algunos no llevaban a sus esposas. Todos lo sabían en sus corazones y simplemente no lo decían en voz alta.

Al fin y al cabo, nadie quería entrometerse en la vida privada de los demás. No eran paparazzi, así que no eran tan curiosos.

Clayton sonrió y la tomó de la mano, acompañándola. La mujer que estaba al otro lado de Yvette tomó la iniciativa de ceder su asiento.

“Señorita Stanton, ven a mirar. ¡La Señorita Quimbey está arrasando hoy! Estamos a punto de ser superadas. Deberías sustituirme en esta ronda mientras voy a tomar un poco de aire…”.

La persona que habló estaba informada y era inteligente. Era la mejor entendiendo las señales sociales.

Ella solo estaba aquí para hacer acto de presencia y no estaba realmente en la misma clase que estas señoritas ricas.

Al ver a Nicole acercarse, la mujer abandonó rápidamente su asiento antes de que alguien pudiera echarla.

“¿Qué sentido tiene casarse con alguien si te cansas de él? ¡No seas ridícula!”.

Yvette se rio. “Es cierto. Ahora que el Señor Sloan es oficial, no puede esperar a decirle a todo el mundo que están casados, especialmente justo después de su boda. Llevaba una provisión constante de dulces en el bolsillo para repartirlos entre todos los que veía. Comimos tanto que casi nos da caries…”.

Nicole se imaginó esa escena y de repente inclinó la cabeza con una sonrisa.

Otra mujer se rio y se burló de Yvette.

“Señorita Quimbey, ¿no es igual de buena tu relación con el Señor Sheldon? Mira, cuando ustedes vinieron, al Señor Sheldon le entregaron un cigarrillo, pero lo dejó caer asustado en cuanto pusiste tus ojos en él…”.

Todas se rieron mientras seguían jugando a las cartas.

Yvette fue objeto de burlas y no pudo evitar quedarse callada por un momento, sin saber cómo replicar.

Otra mujer llamada Tina exclamó: “Es cierto que cuanto más rico es el hombre, más profundos son sus sentimientos. Los que acaban de empezar a ganar un poco de dinero son los que más les gusta tontear por ahí. Está bien si solo juegan con coches y dinero, pero es repugnante cuando juegan con mujeres y drogas”.