La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1755

Todos se conocían bastante bien y expusieron su lado social. La atención se concentró inmediatamente en Mitchell mientras todos lo saludaban con calidez y familiaridad.

Mitchell se acercó con una sonrisa. Su temperamento y comportamiento eran ligeramente más fríos y severos que antes.

Sin embargo, Mitchell miró a los presentes y los saludó sin nada de arrogancia.

Cuando vio a Nicole y a Clayton, también los saludó familiarmente sin ningún tipo de rencor. Parecían amigos comunes y corrientes que se conocían desde hace muchos años.

Nicole y Clayton asintieron antes de desviar su atención.

Gerard sonrió. “Mitchell, ¿estás muy ocupado con la compañía? Te he invitado a salir varias veces, pero me has rechazado rotundamente. Chicos, ¿no creen que es exagerado?”.

Mitchell bajó la cabeza y sonrió. “Señor Lichman, no estoy siendo demasiado. Si me pides que nos reunamos, por supuesto que iré, pero si quieres que vaya al ecuador para experimentar la vida…”.

Gerard se atragantó antes de reírse de repente. Con tan solo unas pocas palabras, el nombre “Eric Ferguson” apareció al fondo de su mente.

Yvette se giró y vio a Lance, incapaz de quedarse quieto. Ella quería ir a buscar algo, pero Lance le apretó la mano silenciosamente a su lado.

“No vayas por ahí”.

Su tono tenía un toque de advertencia.

Conocía demasiado bien a Yvette. Este tipo de ocasión no se consideraba formal y era la más apropiada para el coqueteo con los demás.

Yvette forcejeó inútilmente unas cuantas veces antes de sentarse obedientemente a su lado.

En menos de dos minutos, ella se molestó.

Justo cuando Yvette estaba a punto de levantarse, fue sujetada de nuevo por Lance. Era como si tuviera ojos en un lado de la cabeza.

Ella rechinó los dientes a su lado.

“Prometo no causar ningún problema, ¿si? Solo voy a charlar con Nicole”.

Lance la miró con una sonrisa inmutable en la comisura de los labios.

“La Señorita Stanton está con el Señor Sloan ahora, y no es tan traviesa como tú. No intentes hacer excusas”.

Claramente no creía en las palabras de Yvette.

Ella murmuró: “¡Ella está embarazada, así que su comportamiento cambió drásticamente!”.