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Ian no le mostró piedad y humilló a la chica.
Cuando Ian se acercó, vio a Clayton.
"¿También estás aquí?".
Clayton se encogió de hombros y se veía como si hubiera tenido mala suerte.
Los ojos de la chica parpadearon.
“Segundo Joven Amo, ¿ustedes se conocen? ¿Por qué no me presentas a tu amigo?”.
Ian miró a la chica con desdén.
Él finalmente entendió por qué esa chica quiso acercarse a él.
Ian sintió asco al verla. Inicialmente, él pensó que ella se veía decente y la trajo para divertirse.
Ya que la chica no tenía tacto, a Ian no le importó humillarla sin contenerse.
"¿Presentarte? ¿Estás tratando de vender tu cuerpo?”.
El rostro de la chica se puso blanco. Su delicada sonrisa se congeló y apenas podía mantenerla arriba.
La expresión de Clayton se volvió fría. “Ustedes pueden seguir hablando. Me iré primero”.
Ian le dio paso a Clayton. "Cuídate…".
Clayton asintió, luego levantó los pies con indiferencia y se fue.
Esa chica miró a regañadientes la espalda de Clayton y se mordió el labio inferior con fuerza.
Ian se rio. “Será mejor que no te hagas ideas en la cabeza. No puedes permitirte ofender a la esposa de ese hombre. Parece que te estás quedando deliberadamente en el baño de hombres para pescarte a un viejo con plata, ¿eh? Entonces lamento molestarte. Supongo que ya sabes dónde está la salida…”.
Después de decir eso, Ian retiró la mirada con asco, se dio la vuelta y se fue.
Nicole estaba tan inmersa en escuchar a escondidas que no prestó atención a dónde estaba, que era la esquina por donde pasaría Clayton.
Cuando la alta figura de Clayton se paró frente a Nicole, de repente levantó la vista y parpadeó. Ella sonrió y lo saludó.
"¿Estás aquí?".
Clayton frunció ligeramente las cejas. Cuando vio que ella estaba parada junto a la ventana abierta tomándose un aire, se acercó y cerró la ventana.
"¿Por qué estás parada aquí?".
Nicole hizo una pausa. Su mirada parpadeó levemente.
"Escuché que estabas hablando con alguien, así que no quería molestarte y te esperé aquí...".
Nicole mintió un poco.
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