La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1859
Leia La Heredera Divorciada Billonaria - Capítulo 1859 No puedo salvarte
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La fiesta ya no podía continuar. Si bien la mayoría de los invitados se fueron, algunos se quedaron.
Ian Carter no siguió a Clayton arriba. Él simplemente se paró en el lugar donde Nicole fue atacada antes. Miró con un rostro sombrío y frío a la chica delicada que lloraba en el suelo.
Era una situación diferente en el pasado cuando esta chica solo lo estaba molestando. En ese entonces, él solo se sintió molesto, pero ahora, Ian tenía el impulso de golpearla.
La chica delicada gimió. El maquillaje sobre su rostro estaba todo arruinado. Solo ahora fue que ella sintió cuán grave era su ofensa.
La familia Stanton era mucho más poderosa que Riley. Ella ni siquiera se atrevió a ofender a Riley, ¿así que cómo obtuvo el coraje de meterse en problemas con Nicole?
En ese momento, ella ni siquiera sabía cómo esto terminaría.
Ian se paró frente a la chica con indiferencia. Su mirada rezumaba con una intención fría.
“Realmente estás loca…”, él dijo.
La chica delicada dejó de llorar abruptamente. Cuando ella vio a Ian parado allí, lo miró como si fuera su salvador.
"¡Señor Carter! ¡Por favor, ayúdame! ¡Por favor, ayúdame a pedir misericordia! ¡Por favor déjame ir!".
Ian se burló. "¿Dejarte ir? ¿Sabes lo que has hecho?”.
"Sé que me equivoqué. Fui demasiado impulsiva. No debí hacerlo... ¡Señor Carter, realmente sé mi error!”.
La chica lloraba mientras hablaba.
Ella no sabía su error.
Solo sabía que tenía miedo.
El tono de Ian era frío y duro. “Ya nadie puede salvarte”.
El silencio mortal era verdaderamente desesperante.
La chica delicada movió la cabeza hacia un lado y lo miró expectante.
"Señor Carter, tienes una buena relación con la Señorita Stanton, así que puedes ayudarme a pedir misericordia. Fui demasiado impulsiva y no quise golpearla. Siempre y cuando me dejen ir, definitivamente no volveré a buscarla ni a molestarte de nuevo”.
La mirada de Ian era sombría mientras se reía ligeramente.
“¿Qué derecho tienes para establecer condiciones? Es tan fácil hacerte desaparecer. Simplemente no queremos ensuciarnos las manos”.
Después de decir eso, Ian nunca volvió a mirarla. Simplemente se dio la vuelta y se fue.
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