La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1899

Los ojos de Lance se oscurecieron visiblemente.

La reacción de Yvette no era la que él esperaba.

Ella estaba molesta.

Si hubiera sido como antes, Yvette habría estado sumamente feliz, pero ahora, no había ninguna alegría.

Su corazón dio un vuelco.

"Yvette, ¿sigues culpándome?".

Yvette levantó la mirada. "¿A qué te refieres exactamente?".

Esto significaba que Lance ya había hecho bastantes cosas que la hicieron molesta.

Desde su matrimonio, a los dos nunca les había ocurrido un desacuerdo tan grande.

Lance frunció los labios y la miró, sin fallar en notar todas las emociones en su rostro. “El asunto de Whitney”.

Yvette sonrió con indiferencia. "Todo está en el pasado, ¿no?".

Lance se frotó las sienes.

"Puedes decirme si estás molesta por cualquier cosa".

Yvette dijo: “Yo sabía de su existencia antes de casarnos y ella no es una amenaza para mí, así que no estoy molesta. También tengo un ex, así que lo entiendo. No tienes que explicarte tantas veces por eso”.

Ante la mención de su ex novio, Lance sintió que se le encogía el corazón.

Su ex tenía una existencia aún más profunda que la de Whitney.

Si Sean Moore quisiera volver con Yvette, Lance temía no poder manejar la situación con calma.

Por lo tanto, la reacción de Yvette era sorprendentemente buena.

No hubo ruido, ni drama, ni llanto.

¿De qué más podría quejarse?

Sin embargo, Lance inexplicablemente se sentía sofocado y deprimido.

Esos sentimientos simplemente no se disipaban.

“Entonces hablemos de tu ida a Cali. Te dije que no eres la adecuada para este trabajo. Allá es demasiado peligroso y no podrás manejarlo”.

El tono de Lance era serio mientras trataba de persuadirla con mucha paciencia.

Yvette permaneció sentada allí con las cejas ligeramente arrugadas.

Lanza se quedó en silencio. Su mirada estaba fija en su rostro.

Nadie habló por mucho tiempo.

Lance bajó su cabeza. “¿Qué pasa si todavía no estoy de acuerdo?”.

¿Cómo podía enviarla a un lugar tan peligroso y sentirse confiado?

Yvette dijo: “Entonces renunciaré”.

Los ojos oscuros de Lance la miraban fijamente.

"¿Hablas en serio?".

"No estoy bromeando. Da lo mismo si vuelvo a trabajar en la Corporación Quimbey, pero mi madre no me restringe ni me controla. Ella definitivamente apoyará lo que quiero hacer”.

Yvette necesitaba la oportunidad de crecer por su cuenta.

Lance se quedó en silencio. Él no volvió a hablar.

No sabía qué hacer con Yvette y se sentía impotente.

Ella era tan terca y nadie podía convencerla en contra de su decisión.